El inspector del ‘caso Bankia’ que trabajó en Banca Cívica
Lo que ya puede considerarse el serial del caso Bankia no ha tenido descanso la semana pasada, aunque eso sí, se ha descendido ligeramente el ritmo de noticias. Pese a ello, no ha habido descanso. El ministro de Economía, Luis de Guindos, volvió a cuestionar en el Senado y nuevamente en el Congreso el papel de los supervisores en la creación y salida a Bolsa de Bankia. También al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
La pregunta que se hacen en círculos financieros es ¿por qué Guindos ha dejado enquistar este problema en el Banco de España si considera que el supervisor no lo hizo bien en Bankia?. Varias fuentes conocedoras de los preliminares de la creación y salida a cotizar de Bankia afirman que en septiembre de 2011, cuando el PP estaba aún en la oposición (ganaron las elecciones en noviembre de ese año) un grupo de inspectores acudieron al Grupo Popular para reclamar una serie de reivindicaciones de este colectivo.
También acudieron a otros grupos políticos como UPyD y al PSOE. Las peticiones, no eran nuevas. Solicitaban, entre otras cosas, que los informes que redactaban en sus inspecciones ascendieran a la cúpula del Banco de España. Una solicitud que partía de 2002, año en el que, con Jaime Caruana de gobernador, al parecer se optó por seguir los modelos de otros bancos centrales y no pasar los informes a la comisión ejecutiva para agilizar los procesos, recuerdan algunas fuentes.
En estas idas y venidas, ya se rumoreaba los posibles problemas de Bankia, y su posible huida hacia adelante con la salida a Bolsa, algo que, como es lógico, sería comentado por los inspectores al PP. No hay que olvidar que Bankia era supervisada de forma continuada por un equipo de más de 10 inspectores. La pregunta entonces es ¿por qué no se hizo un cambio radical en el Banco de España tras la llegada al poder del nuevo Gobierno con Guindos como ministro de Economía y aprovechando la entrada de un nuevo gobernador, Luis María Linde, nombrado por el Ejecutivo entrante?
Preguntas sin respuesta. Pero el caso de Bankia no es el único que demuestra que el engranaje entre entidad, sus gestores, el auditor y supervisor estaba totalmente averiado (y eso que en los pasillos del Banco de España se comentaba en broma que Deloitte tenía despacho en Alcalá 48 por el número de horas que pasaba allí, lo mismo que otras auditoras). ¿Qué falló?. Eso es lo que debe ahora determinar el juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu. Desde luego la coyuntura económica no contribuyó en nada, sino todo lo contrario, a mejorar en 2011 y 2012 la salud financiera de Bankia.
Pero lo ocurrido en BFA-Bankia no fue una excepción, explican varias fuentes financieras. Todo el mundo está al corriente de lo sucedido en una gran parte del sistema financiero español en los últimos años. Bankia, Banco de Valencia, Catalunya Banc, CAM, Banca Cívica, Novagalicia, Unnim, BMN, CCM, Cajasur, Caja3, Ceiss, Liberbank (aunque en mucha menor medida), Caixa Girona, –y puede que me deje alguna más–, han tenido que ser salvadas de una forma u otra. Todas, a excepción de Girona, con ayudas públicas. Y todas, a excepción de BMN, Bankia y Liberbank, han sido o serán absorbidas por otras entidades. Pero ahora todo ello vuelve a recuperar su protagonismo al retomar su trabajo la vía judicial. Caso de Catalunya Banc, CCM o Bankia, entre otros.
Y la palma, o por lo menos lo más impactante si cabe hasta el momento, está en los dos informes periciales realizados por los inspectores del Banco de España designados para colaborar con el juez Andreu, Víctor Sánchez y Antonio Busquets. Sus informes han puesto patas arriba la fiabilidad de las cuentas de Bankia en la etapa de Rodrigo Rato como presidente, y en los primeros días de José Ignacio Gorigolzarri como máximo responsable de esta entidad.
El primer inspector designado por el Banco de España para realizar el informe pericial de Bankia fue Antonio González Ruiz. Pero no llegó a ser finalmente nombrado al alegar en ese momento (2012) que estaba preparándose para entrar como inspector del Banco Central Europeo (BCE). En su lugar se eligió a Antonio Busquets, un inspector que ha desarrollado prácticamente toda su vida profesional en el Banco de España. Más de 25 años.
Víctor Sánchez, por el contrario, ha trabajado en otras instituciones. Fue, entre otros cargo, director de riesgos de la andaluza y ya desaparecida Cajasol. Tras la fusión de esta entidad con Banca Cívica pasó a desempeñar el mismo cargo, director general de riesgos. Tras la absorción de esta firma por La Caixa, Víctor Sánchez regreso al Banco de España donde había sido inspector durante 13 años.