Bankia contrata a Manso Olivar y a Cañibano para su informe forensic

Sede de Bankia en las Torres Kio de Plaza Castilla, en Madrid.efe

Bankia tiene prácticamente terminado su informe pericial con el que pretende rebatir los argumentos incluidos en el informe realizado por los dos peritos del Banco de España y entregados al juez Fernando Andreu, de la Audiencia Nacional que investiga el ‘caso Bankia’.

La entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri ha contratado para ello al inspector del Banco de España en excedencia, Rubén Manso Olivar, especializado en entidades de crédito. Manso Olivar es doctor y licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Complutense de Madrid y Licenciado en Derecho.

También ha contratado al catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad Autónoma de Madrid Leandro Cañibano. Ha sido catedrático asociado o profesor visitante de las Universidades de Deusto, Navarra, Rovira y Virgili, de Antioquia (Colombia), Connecticut (USA), La Plata (Argentina), Sorbonne Nouvelle (Paris), Berkeley (USA), Lousiana (USA), y ha desempeñado diferentes cargos académicos en la Universidad.

Los informes que realizan ambos expertos se iniciaron antes de que se diera a conocer los textos de los peritos judiciales que analizan las cuentas de Bankia en su salida a Bolsa y la reformulación de las cuentas de 2011 realizadas tanto por el expresidente Rodrigo Rato, como con el actual equipo encabezado por Goirigolzarri, que entró en mayo de 2012, razón por la que están muy avanzada su realización y pueden estar listos a finales de este mes. Los peritos del Banco de España deberán comparecer en la Audiencia Nacional entre el 12 al 16 de enero, fechas para las que tanto Manso Olivar como Cañibano tendrán listo sus escritos.

El actual equipo de Bankia quiere demostrar, entre otras cosas, que las primeras cuentas de Goirigolzarri al frente de la entidad eran correctas, frente a lo que dice el informe pericial de la Audiencia Nacional, que afirma que los estados financieros formulados el 28 de mayo de 2012 tenían “errores contables”.