Rajoy constata que el cambio de rumbo es “innegable” en el empleo
Las cien empresas que constituyen el Instituto de la Empresa Familiar siempre han mostrado querencia por Mariano Rajoy y sus propuestas, tanto cuando era jefe de la oposición como cuando es presidente del Gobierno, y se lo han hecho saber invitándole a participar en cada uno de los congresos anuales que celebran. Esta mañana no fue una excepción y el presidente del Gobierno acudió a territorio amigo para trasladar un mensaje de confianza en la economía española y otro de perseverancia en la senda de consolidación fiscal y en las reformas estructurales.
“Hemos salido de la recesión, pero no podemos afirmar que hemos salido de la crisis hasta que no se reduzcan las insoportables tasas de paro”, apuntó en el inicio de su discurso. Fue la única sombra de duda que arrojó sobre el futuro de la economía española, ya que el resto de su intervención se centró en mostrar sus fortalezas frente a la debilidad del resto de socios de la zona euro y cómo la mejora de la actividad ya se ha trasladado de forma definitiva al empleo. “El proceso de crecimiento se está consolidando.
De una caída del PIB del 1% en el tercer trimestre de 2013, se pasó a un crecimiento del 0,1% en el cuarto, al 0,7% en el primero, al 1,3% en el segundo y al 1,6% en el tercero. Se ha producido un vuelco de 2,5 puntos en un año que es la constatación de un cambio de rumbo”, remarcó. El presidente del Ejecutivo enfatizó que este crecimiento ha coincidido con la vuelta a la recesión de Italia, el estancamiento de Francia y el deterioro de Alemania, las tres mayores economías de la zona euro. “Todo ello no hace si no ratificar lo que decía el FMI: España crecerá más que el resto de países de la zona euro”, apuntó.
Pero si España se sitúa a la cabeza del crecimiento en la zona euro, en materia de empleo sigue a la cola, con una tasa de paro del 23,7%, más del doble que la media de la zona euro. Pese a ello, Rajoy se atrevió ayer a tildar de “innegable” el cambio de rumbo en materia de empleo, ya que se han acumulado nueve meses consecutivos de crecimiento de las afiliaciones a la Seguridad Social. “En los dos últimos trimestres se han creado 553.000 nuevos empleos y comienzan a sacar la cabeza la construcción y la industria. Tenemos la constatación de que el cambio de escenario se consolida y que frente a la caída de la ocupación del 2% de hace un año, la afiliación registra ahora avances del 2%”, remarcó.
La recuperación del empleo y del crecimiento, unido a la cercanía de las elecciones municipales, autonómicas y generales, podría llevar al Ejecutivo a bajar el ritmo de las reformas estructurales e incluso a moderar el ajuste fiscal, tal y como están pidiendo Francia e Italia. Así se lo recordó el director general del Instituto de la Empresa Familiar, Juan Corona, quién le preguntó si el Gobierno se ha visto tentado a variar el rumbo. Nada más lejos de la realidad. “El compromiso de consolidación fiscal sigue vigente.
Nos hemos comprometido a llevar el déficit al 5,5% del PIB este año, tres décimas más de lo que nos había pedido Bruselas. Hemos sido capaces de compatibilizar el crecimiento con la consolidación fiscal”, subrayó Rajoy, evitando cualquier referencia a la aprobación de estímulos a la demanda interna para consolidar la recuperación. De hecho, el plan del Ejecutivo pasa porque todos esos fondos tengan como origen el fondo de 300.000 millones ideado por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, para impulsar el consumo y la inversión empresarial en la UE.
Corona también preguntó a Rajoy si la vuelta del crecimiento y del empleo puede ser un freno para la aplicación de reformas estructurales, como la de las Administraciones Públicas. El presidente se ratificó en que no se levantará el pie del acelerador, aunque reconoció que “es una de las reformas más complejas y más difíciles de hacer”.
El Gobierno cuenta con una mejoría de la recaudación para hacer frente a la reducción del déficit y al coste de las reformas pendientes. Rajoy avanzó que la recaudación por IVA, la segunda figura tras el IRPF que más dinero aporta a las arcas públicas, ha crecido un 9% hasta octubre, lo que le otorga cierto colchón para cumplir con los objetivos de consolidación fiscal, para confirmar la bajada de impuestos por valor de 9.000 millones de euros para los dos próximos ejercicios e incluso para anunciar otra rebaja impositiva si sale elegido en las generales de noviembre de 2015.
“En la medida en que las cosas vayan a ir a mejor, yo en la próxima legislatura volveré a plantear una nueva rebaja de impuestos. El dinero está mejor en manos de las personas, se recauda más, se crea más empleo y los servicios públicos funcionan mejor”, dijo.