Suave mejora de la actividad en la zona euro pese a la caída del empleo
La actividad del sector privado de la zona euro experimentó en octubre una leve mejoría que sugiere que, por el momento, habría esquivado la recesión, aunque no despeja completamente el riesgo de una recaída en el futuro, según el dato adelantado del PMI compuesto, que se situó en 52,2 puntos desde los 52 de septiembre, su mejor lectura en los dos últimos meses. “Mientras el estudio sugiere que en lo que va de año la zona euro ha evitado recaer en una recesión, no puede eliminarse la posibilidad de una recaída”, advirtió Chris Williamson, economista jefe de Markit y responsable del informe.
En este sentido, Williamson señaló que los datos apuntan a que la economía de la zona euro registró un aumento del PIB del 0,25% en el tercer trimestre, pero advirtió de que “a menos que la demanda se incremente pronto, el crecimiento podría debilitarse nuevamente en el cuarto trimestre del año, intensificándose las presiones deflacionistas”.
En concreto, el dato adelantado de actividad en el sector servicios se mantuvo estable en 52,4 puntos, mientras que el indicador correspondiente a las manufacturas mejoró hasta los 50,7 puntos, frente a los 50,3 del mes anterior, su nivel más alto en dos meses.
“El crecimiento es tan débil que cada vez más empresas deben prescindir de personal y reducir los precios para intentar reducir los costes y fortalecer las ventas mediante descuentos”, añadió Williamson. Esta reducción de plantillas protagonizada por el sector servicios no ocurría desde el mes de noviembre del año pasado; mientras que el sector manufacturero registró un ligero aumento del empleo.
Margen de beneficios
Los precios siguieron recortándose en un intento por reanimar las ventas, de forma que los precios medios cobrados por los bienes y servicios registraron la mayor caída mensual desde febrero de 2010. Según Markit, las reducciones de precios se produjeron a pesar de que en general los costes aumentaron en octubre, lo que plantea la posibilidad de una nueva erosión de los márgenes de beneficios.
En cuanto al comportamiento de la actividad en las dos grandes potencias del área de la moneda única, los indicadores compuestos del PMI de Francia experimentaron en octubre un nuevo empeoramiento, tanto en el sector servicios, como en el manufacturero, mientras que en Alemania el repunte de la industria permitió una modesta aceleración de la actividad empresarial.
Así, la actividad de los servicios en Francia disminuyó hasta los 48,1 puntos desde los 48,4 registrados en septiembre, lo que significa marcar el nivel más bajo en ocho meses. Por su parte, el sector manufacturero descendió a 47,6 puntos desde los 48,4 puntos contabilizados el mes anterior, su peor lectura de los dos últimos meses. Jack Kennedy, analista de Markit para Francia destacó que el dato de nuevos pedidos de la economía gala registró en octubre su peor lectura en 16 meses, lo que ha llevado a las empresas a recortar producción y empleo.
Por el contrario, en el caso de Alemania, el dato adelantado del PMI compuesto muestra una leve recuperación al pasar a 54,3 puntos desde los 54,1 de septiembre, su mejor nivel en tres meses, después de que el dato correspondiente al sector de los servicios bajara a 54,8 puntos, frente a los 55,7 del mes anterior.
Además, la producción manufacturera volvió a terreno expansivo, ya que sumó 51,8 puntos desde los 49,9 de septiembre, su mejor lectura en tres meses.
Pese a esta aparente aceleración del crecimiento, Oliver Kolodseike, economista de Markit para Alemania, advirtió de que el crecimiento alemán se ha mantenido “muy por debajo” del observado a comienzos de este ejercicio.
Una lectura del indicador PMI superior a 50 puntos indica incrementos de la actividad en el sector, mientras que un resultado inferior a este umbral implica contracción.
Los expertos esperan que las medidas anunciadas por el nuevo presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, que prevé movilizar un plan de inversiones de 300.000 millones de euros en los próximos dos años, contribuyan a animar la actividad y el empleo en la Unión Europea, consolidando de esta manera la recuperación y alejando los riesgos a una recaída en otra recesión.