La zona euro se estanca y Latinoamérica pincha por Brasil
La zona euro salió en el tercer trimestre de 2013 de una recesión que duró un año y medio y todos los indicadores apuntaban a que volvería a la senda robusta de crecimiento registrada durante la primera década de este siglo. Por ahora no parece que vaya a ser así. El Fondo Monetario Internacional ha vuelto a revisar a la baja las previsiones de crecimiento para los 19 países que comparten el euro y los ha dejado en el 0,8% para este año (tres décimas menos que en julio) y al 1,3% en 2015 (dos décimas menos que en julio). En cualquier caso, ambos pronósticos representan un crecimiento nimio frente al que va a experimentar el mundo en ese mismo período (3,3% y 3,8%). Excepto España, todos los grandes países de la zona euro ven revisadas a la baja sus previsiones de crecimiento. Alemania e Italia crecerán cinco décimas menos de lo previsto en julio y el PIB francés crecerá cuatro décimas menos. Entre los tres absorben más del 40% de las exportaciones españolas, por lo que su más que previsible debilidad este año y el que viene podría tener un impacto negativo en la evolución de la economía española a corto plazo.
La institución dirigida por Christine Lagarde también ha revisado a la baja la previsión de crecimiento para los emergentes, que crecerán un 4,4% este año (una décima menos de lo estimado inicialmente en julio) y un 5% en 2015 (dos décimas menos). Esta estadística, sin embargo, encierra un comportamiento muy diferente entre las naciones asiáticas y las latinoamericanas. Las primeras van a crecer un 6,5% y un 6,6%, por encima de lo previsto inicialmente, mientras que las segundas solo lo van a hacer a un ritmo del 1,3% y del 2,2%, siete y cuatro décimas menos de la última previsión de julio. Esa revisión a la baja se ha producido en su integridad por Brasil, cuyo PIB apenas aumentará tres décimas este año (un punto menos de lo augurado en julio) y un 1,4% en 2015 (seis décimas menos). El informe achacha el profundo deterioro de la economía brasileña, que se contrajo en los dos primeros trimestres de 2014 a la debilidad de la inversión y al frenazo en el consumo de los hogares. “Esos dos factores, unidos a la falta de competitivad, son los provocarán el frenazo en la primera economía de Latinoamérica", subraya el informe.
Una recuperación a varias velocidades
En la rueda de prensa posterior a la presentación de los resultados, el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, ha presentado un panorama incierto y lleno de claroscuros para la economía mundial. El crecimiento mundial del 3,3% en 2014 y del 3,8% en 2015 esconde diferentes realidades. “Algunos países se han recuperado o están en camino de ello. Pero otros siguen sufriendo”, apuntó. En el primer grupo puso a EEUU ya Reino Unido, “que han dejado la crisis financiera atrás y están logrando tasas de crecimiento muy aceptable”. En el segundo sitúa en primer lugar a la zona euro y a los emergentes. En cuanto a los riesgos, Blanchard destacó dos:los geopolíticos, como el impacto que la crisis de Ucrania ha tenido en los vecinos de la zona euro y la debilidad de la zona euro, en el que no se descarta un escenario de bajo crecimiento y deflación. Para solventarlos, apostó por conciliar las políticas de consolidación fiscal con los estímulos, en especial los ligados a la inversión en infraestructuras, y a la puesta en marcha de reformas estructurales en todos los países para elevar el bajo crecimiento potencial.