Más inversión pública, más empleo
Durante los últimos años, prácticamente desde que en mayo de 2010 se practicara un primer fuerte recorte de gasto sobre la inversión pública, que fue seguido por otros en los sucesivos Presupuestos generales, incluido el de este año 2014, he venido defendiendo en diversos foros que ese no era el camino para reducir el déficit. He creído siempre que nuestras Administraciones Públicas, incluidas obviamente las autonómicas, presentaban muchas áreas duplicadas, triplicadas, ineficaces o excesivamente dotadas para sus fines, cuyo gasto corriente debía ser el objeto primordial en la contención del gasto total. Había –y aún hay– muchos nichos de gasto improductivo donde poder recortar y, por ello, a mi juicio, la drástica reducción practicada en obra civil no estaba justificada.
Afortunadamente, los cambios y las políticas económica y presupuestaria desarrolladas en los últimos años han permitido al Gobierno llevar el objetivo de déficit al porcentaje deseado y esas políticas permiten hoy un viraje en la manera de contemplar la inversión en infraestructuras. Porque aunque los PGE-2015 han sido elaborados muy condicionados por el déficit, las pensiones y el servicio de la deuda pública que crece sin freno, aumenta la inversión en infraestructuras en un porcentaje importante por primera vez desde el inicio de la crisis. Y esta inyección aliviará en algo, sin duda, a las empresas del sector de la construcción y, sobre todo, contribuirá a la creación de empleo. Esto es algo que debe ser aplaudido. Al fin y al cabo no podíamos seguir retrasando estas inversiones dada su transcendencia en términos de vertebración del territorio, competitividad y cohesión social, y porque España no debía seguir dedicando a la inversión pública el porcentaje sobre PIB más bajo de Europa.
En estos PGE-2015 las cifras del Grupo Fomento, que lidera Ana Pastor, crecen un 10,9%, excluidas las facturas pendientes de pago de ejercicios anteriores. En concreto, dentro del Ministerio se incrementa la inversión en ferrocarriles en un 13,7%, impulsada por el AVE y por el corredor mediterráneo, y en carreteras en un 6,4%. A ello se añade que –como anunció la ministra– se licitarán concesiones por 270 millones de euros a través del método alemán, aunque queda la duda de cómo se va hacer para que no haya que consolidar el gasto más los intereses en el año que se licita, como demanda Eurostat, y no en el año en que se paga. Por su parte, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente con sus Sociedades de Aguas, ve como sus cifras de inversión en obras hidráulicas alcanzan los 1.585 millones de euros y en infraestructuras costeras y medioambientales suben hasta 218 millones de euros.
Contrariamente a aquellos que creen que la obra civil no ayuda a salir de la crisis, hay muchas voces que creen –creemos– lo opuesto. Y no por absurdos criterios keynesianos previos, que en mi caso no operan nunca, sino por evidencias históricas en momentos de crisis, como en la superación de la Gran Depresión de 1929. Y por eso, desde hace medio año, personas relevantes, con ideas económicas muy diversas, vienen preconizando programas inversores para sus respectivas áreas geográficas. Es el caso de autoridades tan significadas como el presidente Barack Obama para EE UU, Christine Lagarde desde el FMI, Jean-Claude Juncker para la UE e, incluso, la canciller Angela Merkel para Alemania. Además, en nuestro caso, hay que señalar que la obra civil puede dinamizar el empleo rápidamente, acentuando, en paralelo, el crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social y reduciendo, al tiempo, los subsidios de desempleo.
En definitiva, estos PGE-2015, a nuestro juicio, apuestan por la senda de la recuperación económica y mejora de la competitividad y sientan las bases para la creación de empleo, por diversos cauces, uno de ellos apostando por la obra civil. Me parece importante destacar este cambio de rumbo. Y por ello conviene felicitar al ministro Montoro y al Gobierno de España por esta nueva orientación que esperemos se consolide, creciendo aún más en los próximos presupuestos generales de 2016.
Jaime Lamo de Espinosa es presidente de Anci.