El mercado de la comida por un euro
La oferta se sitúa a medio camino entre la adaptación a la situación económica y el márketing
Un euro. Una cifra redonda, fácil de recordar y aún más sencilla de pagar. Solo se necesita una moneda, sin vueltas. Rápido y sin complicaciones. Este precio se ha convertido en el nuevo reclamo de distintas marcas de alimentación, a medio camino entre la crisis de consumo de los hogares y el márketing del producto.
Un paseo por el supermercado constata este crecimiento de ofertas a un euro. Packs de embutidos, pan de molde o de yogures por el valor de la moneda con el anillo dorado. No solo en productos de consumo diario, las cadenas de restauración de comida rápida como Burger King, McDonalds o Rodilla también se han sumado a ofertar a este precio.
Los hay, como Danone, que entienden esta medida como una forma de adaptarse a los problemas económicos de los hogares españoles. “Llevamos años en crisis y somos sensibles a los consumidores”, explica Álvaro Bordas, director de relaciones institucionales de la marca. El representante de la empresa defiende que el mercado reclama precios bajos sin bajar la calidad.
La mala situación económica obliga a las marcas a adaptarse a las necesidades de los consumidores
Los hábitos de compra también han cambiado. “Hoy en día ya no se rellena el carro cada 15 días”, defiende Jesús Alonso, responsable de innovación de marca de Nestlè. “Para el consumidor, los productos a un euro le permiten un mayor control de su presupuesto”, comenta.
En esta misma línea se mueve El Pozo. La marca de alimentación, que ofrece con estas características jamón, salami o chorizo entre otros productos, entiende que la coyuntura económica ha provocado que las compañías se tengan que adaptar a las necesidades y posibilidades económicas de las familias.
Unilever, productora de marcas como Frigo o Flora, también buscaba adaptarse a las exigencias actuales de los consumidores. “Es necesario ofrecerle alternativas atractivas por este precio”, defiende Ana Palencia, directora de comunicación de la empresa en España.
Las cadenas de restauración entienden la cifra de un euro como una oportunidad para comunicar. Es una útil herramienta de márketing. Burger King lleva cerca de dos años con su sección de productos EuroKing . “Es una forma sencilla de atraer y recordar”, explica Paula Novo, responsable de márketing de la marca de comida rápida. Con esta iniciativa consiguen ampliar el tipo de clientes que llegan a sus locales y que estos conozcan una mayor gama de la oferta.
También busca nuevos nichos de clientela Rodilla con sus de productos a un euro. Ángel Fernández, director de desarrollo y márketing de la compañía que en 2014 cumple 75 años, entiende que “había que cambiar la imagen de la marca y buscar un nuevo perfil de consumidor”.
En el caso de Rodilla, se pretende atraer a menores de 35 años, hasta ahora más distanciados de la tienda. Por otro lado, según el representante de la cadena de sándwiches, sirve para dar a conocer otros productos que el consumidor desconocía. “Tenemos más de 600 y solo se conocen algunos”, defiende.
Plan a largo plazo
Aunque nadie da cifras, muchos coinciden en afirmar que las ventas de estos productos funcionan muy bien. Pero, aunque puedan parecer promociones a corto plazo, todas las marcas asumen que permanecerán. “Nuestra intención es mantenerlo siempre y cuando funcione y satisfaga al consumidor”, aclara Palencia, la representante de Unilever.
Si bien es cierto, como asume Alonso de Nestlè, el problema son los costes. La subida de precios de los costes de producción de estos productos a un euro, puede provocar en un futuro que sea insostenible. Sin embargo, no habla a corto plazo. “Hay un margen de tiempo amplio”, defiende, hasta que suceda.
Por el momento, las etiquetas en los packs de un euro, o en los carteles promocionales de Burger King y otras marcas se seguirán viendo por las calles y supermercados españoles.
Platos caseros para el trabajo por una moneda
Comer de menú ya no es una opción para muchos trabajadores de nuestro país. El tupper, suele ser la opción más utilizada, pero hay quien propone algo distinto y por solo un euro. Es el caso de Nostrum, una cadena de franquicias de alimentación catalana que ofrece platos de comida casera por este precio.
Comida casera de sustitución. Este es el nombre técnico del sector en el que opera esta empresa creada en Sant Vicent de Castellet (Barcelona). Trabajamos para “cuando la gente dimite de cocinar”, explica Quirze Salomo, fundador de Nostrum.
La cadena funciona como un club. El usuario, se hace con una tarjeta de tres euros anuales, cinco a partir de septiembre, lo que le da derecho a conseguir platos de comida por la mitad de precio del valor normal. En este sentido, ofrece una gama de recetas por uno, dos y tres euros.
Nostrum lleva 16 años en el mercado pero ha sido desde finales de 2012 que asumió este modelo de negocio. Desde entonces, comenzó a ofrecer un producto ultra low cost. “Se trata de ponérselo fácil al consumidor”, justifica Salomo.
En la actualidad suman 80 tiendas abiertas, 60 de ellas en 2013. “Este año y medio hemos crecido mucho”, asegura su fundador que defiende que su comercio “ha democratizado el sector”.
En cuanto a los precios, Salomo defiende que hay una explosión de información que abruma a los clientes. Por eso, “hay que hacérselo fácil”. El futuro lo ve con optimismo. Seguirán abriendo nuevas franquicias y repartiendo su comida casera por solo un euro.