Rendimiento dispar en Credit Suisse
La reducción de costes de Credit Suisse oculta un rendimiento desigual en conjunto. La desagradable pérdida neta del banco suizo en el segundo trimestre se redujo a un cargo ya anunciado de 1.600 millones de francos suizos (unos 1.300 millones de euros): parte se corresponde con una mega multa de las autoridades estadounidenses por ayudar a ciudadanos estadounidenses a evadir impuestos. Pero incluso después de descontar eso, los inversores no pueden dormir tranquilos.
En el primer trimestre, un comportamiento por debajo de la media de su recortado brazo de renta fija se compensó con su otro negocio, la gestión de patrimonio. En el segundo trimestre, fue al revés.
Una serie de ajustes para reducir los activos ponderados por riesgo en los negocios de bajo rendimiento parecen estar dando sus frutos: el retorno sobre el capital en la división global fue del 12%. Y salir del problemático negocio de las materias primas es la decisión correcta.
A Dougan le quedan tres cuartas partes del camino para recortar 4.500 millones de francos suizos
La gestión de patrimonio parece menos apropiada. Es cierto que esta unidad y la banca privada dejaron un neto de 10.100 millones de francos suizos en nuevos activos, a pesar de las pérdidas de Europa occidental. Pero, aunque la reducción en los gastos alcanzó el 12% con respecto a hace un año, el beneficio antes de impuestos de la división cayó.
Al consejero delegado de Credit Suisse, Brady Dougan, le está resultando difícil sacar todo el dinero posible de la base de activos de su banca privada. Los ingresos totales se han reducido, y su margen bruto se redujo en 5 puntos básicos hasta los 99 puntos básicos en el trimestre. Eso contrasta con el gestor de patrimonios suizo Julius Baer, donde el margen bruto aumentó en el mismo periodo.
A Dougan le quedan tres cuartas partes del camino hacia su objetivo estratégico de eliminar 4.500 millones de francos suizos en costes para finales de 2015. Aunque añadió otros 200 millones de francos suizos en recortes el 22 de julio, al final tendrá que demostrar que un enfoque más gradual hacia la reducción de la inversión del banco que el de su rival UBS no está perjudicando en exceso el crecimiento.