La disputa sobre el déficit amenaza la elección del presidente de la CE
Las negociaciones para elegir al nuevo presidente de la Comisión Europea continuaron hoy en Roma, con una cita crucial entre Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo y encargado de proponer al sucesor de José Manuel Barroso, y el primer ministro italiano, Matteo Renzi. Van Rompuy confía en concluir sus negociaciones durante la cumbre de la próxima semana (26 y 27 de junio). Pero el rechazo frontal del Reino Unido a la candidatura de Jean-Claude Juncker y l a creciente trifulca sobre la aplicación del Pacto de Estabilidad amenaza con hacer descarrilar el proceso de selección del sucesor de José Manuel Barroso, actual presidente de la CE.
Ni Renzi ni Van Rompuy hicieron declaraciones tras su reunión. Pero desde uno y otro lado se confirmó que la cita giró en torno al “programa de trabajo” que Van Rompuy, en consulta con los 28 gobiernos, está elaborando para la próxima Comisión. En el programa, según fuentes europeas, Van Rompuy incluirá una cierta “flexibilización” del Pacto para lograr el apoyo de los socialistas a un presidente de la Comisión del Partido Popular.
Como paso previo para esa designación, los Gobiernos socialistas, encabezados por Renzi, exigen una reinterpretación del Pacto para poner fin a las políticas de austeridad a rajatabla aplicadas desde 2010. Los principales cambios serían prolongar los plazos para ajustar el déficit (que ahora expiran entre 2015, como en el caso de Francia, y 2016, en el de España) y eximir ciertas inversiones públicas del cómputo de ese déficit.
La canciller alemana, Angela Merkel, señaló hoy, sin embargo, que la reforma del Pacto está descartada y que las normas presupuestarias de la zona euro ya disponen de suficiente flexibilidad.
Las posiciones de Renzi y Merkel no son totalmente incompatibles, porque las demandas del italiano no requieren una reforma del Pacto, sino mayor tolerancia por parte de Bruselas. Pero la letra pequeña de un acuerdo entre Roma y Berlín podría tardar días o semanas en escribirse y obligaría a retrasar la designación del próximo presidente de la Comisión.
El Parlamento Europeo reclama que esa designación tenga lugar el próximo día 27 de junio, para que el candidato pueda someterse al voto de investidura en el pleno parlamentario del 16 de julio. Pero las negociaciones entre las capitales para designar al aspirante no parecen aun demasiado avanzadas. Y varios Gobiernos, incluido el italiano, se reservarán su última palabra hasta que se sepa el programa de trabajo que se encomendará al próximo presidente, en particular en lo relativo a la aplicación del Pacto de Estabilidad y los plazos para ajustar el déficit público.
El candidato elegido, sea Juncker o cualquier otro, necesita una doble mayoría, primero en el Consejo de la UE (260 votos de 352 posibles) y después en el Parlamento Europeo (376 de 751 escaños).