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Columna
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Londres no es igual a todo Reino Unido

El mercado inmobiliario británico está fuera de control. Son muchos los que han pedido que el Banco de Inglaterra responda con un aumento de tipos. No es tan simple. Londres no es Reino Unido, y los fondos extranjeros que están apoyando la burbuja de la capital podrían desaparecer.

CrossBorder Capital, una firma de asesoría especializada en flujos transfronterizos, calcula que en abril entraron en el país 13.000 millones de libras (unos 16.000 millones de euros) de capital extranjero –ocho veces la cantidad de abril de 2013–.

Una parte importante de los fondos importados proviene de Rusia, que exportó capital líquido por valor de 6.000 millones libras en abril –gran parte a Reino Unido–. Londres ha acogido durante mucho tiempo fugas de capitales, y a sus propietarios. Los rusos ricos desconfían de su propio gobierno. y votan con sus cuentas bancarias.

Al fijar los tipos, el Banco de Inglaterra debe tener en cuenta que el problema de Rusia no es suyo

Para los millonarios y multimillonarios involucrados, el precio de la propiedad en Londres es irrelevante. Un sistema legal amable, unos derechos de propiedad seguros y un mercado líquido es lo que más importa.

En su papel informal como guardián del sistema financiero de la nación, el Banco de Inglaterra podría tener algo que decir sobre la cálida bienvenida de Reino Unido, a menudo con bajos impuestos, para los fondos de dudosa procedencia. Al ser el encargado de fijar los tipos de interés, el banco central debe darse cuenta de que el problema de Rusia no es suyo.

Los tipos no tienen casi ningún efecto en los extranjeros que compran propiedades en Londres, mientras que unos mayores costes de financiación afectan a toda la nación. El mercado nacional de la vivienda no necesita, obviamente, ser revisado. Incluso después del incremento de un 8% el año pasado, los precios fuera de Londres son entre un 8 y un 20% menores que en 2007, de acuerdo con Halifax.

La fuga de capitales rusa no puede seguir incrementándose al rápido ritmo actual. A medida que esos flujos se estabilicen o se reduzcan, la burbuja de Londres bien podría desinflarse, y la libra retrocedería. El Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra no debería confundir una distorsión con una tendencia.

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