La reforma laboral complica la próxima negociación del nuevo ERE de Iberia
Los colectivos de Tierra y TCP tienen ya sus convenios en el BOE, falta el de los pilotos
Cuando Iberia firmó con sus trabajadores, entre febrero y marzo de este año, las nuevas condiciones laborales después del ajuste de producción y empleo, quedó abierta la necesidad de un nuevo recorte de plantilla de carácter voluntario. Tras despedir a 3.141 empleados (2.256 trabajadores de tierra, 258 pilotos y 627 tripulantes de cabina), la dirección reconoce públicamente que el equipo sigue sobredimensionado, y fuentes sindicales cifran en más de 2.500 personas el número de excedentes sobre un grupo actual de unos 16.600 trabajadores. Será el nuevo ERE marco, aún por negociarse, el que recoja las condiciones de salida.
En los últimos días se han publicado en el BOE los convenios del personal de tierra y el de los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) que estarán vigentes hasta diciembre de 2017. Resta por hacerse público el convenio de los pilotos, ratificado por una amplia mayoría. A partir de aquí, se espera que la aerolínea convoque a los sindicatos para tratar los extremos del ERE. Los representantes de los trabajadores esperan, según fuentes sindicales, un texto similar al ERE 72/01 que sobrevive prorrogado. Este incluye prejubilaciones, bajas incentivadas, despidos diferidos y recolocaciones. La marcha se paga a 35 días por año trabajado, con límite de 30 mensualidades.
Otras fuentes, estas cercanas a la dirección, creen que la posición de partida de la compañía se acercará más a las actuales condiciones impuestas por la reforma laboral.
En un ambiente de distensión como no se recuerda en muchos años entre los jefes de Iberia y sus empleados, la complicación adicional vendrá por la negociación en una sola mesa, tal y como marca la propia reforma laboral. De hecho, fue una sentencia de la Audiencia Nacional relacionada con Iberia, de 28 junio de 2013, la que interpretó que el despido colectivo debe tratarse en una única mesa negociadora y no centro por centro o por colectivos.
Por tradición, los tres grupos más representativos en Iberia (pilotos, TCPs y personal de asistencia en tierra), con sensibilidades, labores y problemas muy distintos entre sí, han negociado individualmente tanto los convenios como los ajustes laborales.
Nuevos convenios
Con la firma de cada uno de los convenios en Iberia se ha consagrado el ajuste salarial marcado por la mediación de Gregorio Tudela en 2013 (14% para pilotos y TCP, y 7% para el personal de tierra), así como un importante alza en la productividad y nuevas escalas salariales para el personal entrante. Además, se dejó abierta la puerta a las bajas voluntarias.
Solo entre los pilotos, se especula en la aerolínea con que hay un excedente del 25% entre los 1.300 profesionales que conforman el colectivo. Los propios sindicatos han hablado de unos 2.000 trabajadores sobrantes, en los actuales niveles de producción, en unos servicios de tierra que ocupan a 12.000 operarios, siendo de largo el colectivo más numeroso. Y del equipo de TCP, de 3.300 personas, ha sido el presidente Luis Gallego quien ha señalado que apenas hay personal sobrante a la vista de cómo se desarrolla la temporada de verano.
La base de costes para competir
Un tripulante de cabina de pasajeros entraría hoy en Iberia por 20.000 euros brutos al año y lo haría, según el convenio, en el nivel más bajo de la plantilla. Un piloto, por su parte, cobraba un mínimo de 67.000 euros anuales antes de los ajustes y las futuras incorporaciones lo harán a partir de 35.000 euros. La firma de los convenios con los distintos colectivos de trabajadores aportan además medidas de mayor productividad.
La aerolínea juega con costes laborales que ponen a Iberia, según el presidente, Luis Gallego, en paridad con los de las compañías más eficientes del mercado. Esto implicará mayor producción e incluso la más que probable adquisición de aviones este mismo año (entre 16 y 32 unidades, para lo que se estudian el A350 y los Boeing 787 y 777X).
Las tres imágenes de la izquierda se han tomado entre febrero y marzo. Luis Gallego ha firmado la paz laboral, en forma de nuevos convenios, con los pilotos del Sepla, y la mayoría sindical tanto en la plantilla de TCP como de asistentes en tierra.