Barclays acelera la venta de su red en España ante la puja de Catalunya Banc
Dos procesos de venta que coinciden en el tiempo. N+1, el banco de inversión contratado por el FROB para llevar las riendas de la subasta de Catalunya Banc, ha comunicado a la gran banca que el lunes o el martes abrirá el cuaderno de ventas de la firma catalana para que lo examinen los potenciales interesados. Barclays Capital también avisó ayer a los mismos bancos que se abría ya el proceso de venta de la banca minorista de la filial española del grupo británico.
Los principales bancos españoles tienen donde elegir si quieren crecer en el mercado doméstico. Entre el martes y el miércoles N+1 contactó con Santander, BBVA, CaixaBank, Popular, Sabadell, KutxaBank, Unicaja, Bankinter y con algún que otro fondo internacional para comunicarles su intención de abrir entre el próximo 19 ó 20 de este mes, el proceso de venta de Catalunya Banc.
De esta forma, los bancos interesados podrán tener ya acceso a la data room de la firma catalana. Pero antes de que N+1 ponga a disposición de la gran banca la información detallada y confidencial de Catalunya Banc, la firma de inversión remitirá antes (entre ayer y hoy) el acuerdo de confidencialidad que deben ratificar los grupos que quieran examinar el cuaderno de venta de CX (marca comercial que figura en los rótulos de Catalunya Banc), según han confirmado a este periódico varias entidades financieras.
N+1, de hecho, ya ha facilitado alguna que otra pincelada de los datos más generales de Catalunya Banc. Entre ellos, su actual balance tras el nuevo saneamiento por el que ha pasado y segregar y vender su plataforma inmobiliaria, separar sus oficinas de fuera de Cataluña –por las que ha ofertado en una parte Popular, Evo Banco y dos fondos de inversión– y su cartera hipotecaria. Tras esta limpia sus activos suman 64.000 millones de euros.
La idea del Gobierno es cerrar esta operación de venta antes de iniciarse las vacaciones de verano, y antes de que los bancos se sometan al examen de solvencia de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglés) y del BCE. La subasta de Catalunya Banc cierra el último eslabón de la reforma financiera, y permitirá al Gobierno recuperar una pequeña parte de los 12.000 millones de euros que ha recibido esta entidad en ayudas públicas.
Pero esta puja, que ha sufrido ya dos amagos frustrados de subasta, coincidirá en el tiempo con otra operación de venta de otro banco en España, la red de banca minorista de Barclays, algo con lo que no contaba el FROB hace menos de dos meses. Santander, BBVA y CaixaBank ya han comentado su interés en estudiar el cuaderno de venta de Catalunya Banc, lo mismo que algún que otro fondo. Popular lo tiene en duda, mientras que Sabadell lo ha descartado.
El problema es que Barclays Capital también ha iniciado la venta de su banca minorista en España al mismo tiempo, aseguran varias fuentes financieras. Estas mismas fuentes afirman que ayer mismo Barclays Capital contactó con las principales entidades para comunicarles la apertura del cuaderno de venta de esta red, que suma más de 270 oficinas y una plantilla de 2.800 personas, de las que 2.200 trabajan en banca comercial.
El pasado 9 de mayo el grupo británico anunció su intención de vender su banca minorista en diversos países, entre ellos, España, su principal activo fuera de Reino Unido. Pese a ello, aseguró que esperarían dos años para su venta. Sin embargo, la fuga de clientes ha provocado que el grupo acelere la operación.
Operaciones cruzadas en Portugal
Mientras que en España la gran banca tiene a su disposición dos operaciones de venta para elegir –Catalunya Banc y Barclays España– en el mercado portugués ocurre algo muy similar. BBVA ha puesto a la venta su filial en Portugal, compuesta por 83 oficinas, según informó ayer El País. El banco español ha contratado para que lleve a cabo la operación a Pricewaterhouse, según afirman fuentes financieras lusas, aunque esta información no ha sido confirmada por el grupo español.
Esta venta coincide con la salida de Portugal de Barclays. El grupo británico quiere retirarse de todos los mercados en los que realiza banca minorista, y entre ellos, figura Portugal, además de España y otras naciones. La diferencia con lo que ocurre en estos momentos en España es que tanto la filial lusa de BBVA como la de Barclays son entidades privadas, y por lo tanto sus ventas no necesitan contar con la autorización del Gobierno. Fuentes financieras aseguran también que en Portugal va a ser más complicado encontrar compradores.