Un mercado de trabajo que echa a andar
Los datos de afiliación a la Seguridad Social y de paro registrado correspondientes al mes de abril se han saldado con un repunte en la ocupación, que está creciendo ya en España a un ritmo anual del 1,2%. Tanto el dato de paro –un descenso de 111.565 personas– como el de nuevos afiliados a la Seguridad Social –133.765 más– revelan una mejora en el comportamiento del mercado de trabajo que se explica fundamentalmente, pero no en toda su extensión, por el efecto motor de la Semana Santa. Así, si se descuenta el impulso que provoca tradicionalmente en el empleo ese periodo vacacional, las cifras continúan siendo positivas: más de 60.000 nuevos afiliados en el mes y un descenso de 50.000 parados. Es cierto que la mayor parte de los nuevos afiliados pertenecen a sectores directa o indirectamente relacionados con el turismo, pero también lo es que se ha generado nueva ocupación en la práctica totalidad de las actividades económicas. Basta con echar la vista atrás, hasta abril del año pasado, para observar incrementos interanuales de hasta el 6% en sectores como los de la educación, la hostelería y la agricultura, entre otros ejemplos. Ello revela que en materia de empleo, en España ya existe vida más allá del efecto estacional del turismo.
Esta mejora de los signos vitales del mercado de trabajo es compatible con el hecho de que los nuevos puestos de trabajo que la economía está generando tienen las características propias de un país que recupera, poco a poco y con esfuerzo considerable, el pulso de la actividad. Los contratos fijos no suman siquiera un 10% del total del empleo creado, pero su peso ha crecido un punto respecto a lo que ocurría hace un año. El vigor de la recuperación se traduce en el claro aumento de los contratos a tiempo parcial, que en abril han supuesto ya el 32% de todos los contratos fijos y el 35% de todos los temporales.
Lo anterior no implica que en materia de recuperación del empleo todas las cartas se hayan puesto ya sobre la mesa y que no quede nada por hacer para agilizar el mercado de trabajo. Las grandes empresas españolas, agrupadas en el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) visitarán hoy al presidente del Gobierno, y entre otras medidas, le reclamarán otra vuelta de tuerca a la reforma laboral del Gobierno. Los empresarios piden un cambio –tan razonable como necesario– en la gestión de los fondos para políticas activas de empleo y una fórmula para que esos recursos lleguen a los parados poco cualificados. También insisten en la petición de una rebaja de seis puntos en las cotizaciones sociales, una reivindicación que choca de momento con la desequilibrada situación de la tesorería del sistema de previsión. Todas ellas son piezas pendientes en el proceso de agilizar la pesada maquinaria del empleo en España, cuyo motor ya ha echado a andar.