Repsol recupera la figura de consejero delegado y nombra a Josu Jon Imaz
Era hasta ahora director del área industrial y presidente de Petronor La medida se interpreta como un blindaje previo a la salida de Brufau
El consejo de administración de Repsol aprobó ayer, a propuesta de su presidente, Antonio Brufau, y con el informe favorable de la comisión de nombramientos y retribuciones, crear la figura de consejero delegado, cargo para el que ha sido nombrado Josu Jon Imaz, actual director general del área industrial t presidente de la filial Petronor. Imaz fue presidente de la ejecutiva de EAJ-PNV y abandonó la vida política en 2007, para incorporarse un año después al grupo Repsol.
Esta decisión forma parte de “una importante remodelación de la estructura de su equipo directivo encaminada a liderar los nuevos retos y oportunidades de la compañía”, señaló Repsol en un hecho relevante a última hora de la tarde. Más concretamente, se enmarca dentro del punto y aparte de Repsol tras el acuerdo de compensación económica alcanzado con Argentina sobre la expropiación de YPF.
Así, Repsol considera que con la nueva organización se refuerza la gestión de todos sus negocios y áreas corporativas, de manera que, tras el acuerdo con Argentina, “contará con la mejor organización para generar nuevas oportunidades de crecimiento, tanto orgánico como inorgánico, de acuerdo con sus principios de rentabilidad, responsabilidad, sostenibilidad y futuro”.
Según la petrolera, el consejo aprobó la propuesta, después de que el pasado 28 de marzo la junta general respaldase, con un 99,8% de los votos, la gestión de la compañía. Asimismo, aceptó la renuncia como consejera independiente de Paulina Beato a quien se le agradeció los servicios prestados. Dicha vacante será ocupada por el nuevo consejero delegado, quien también ha sido designado vocal de la comisión delegada.
El presidente de Repsol considera de gran relevancia el nuevo modelo organizativo “por tener lugar en el momento oportuno, una vez conseguida una compensación adecuada por la expropiación de YPF y en el que Repsol se encuentra en una posición óptima para encaminar una nueva etapa de expansión”. En este sentido, Antonio Brufau destacó que “hoy iniciamos una nueva etapa con un nueva estructura directiva en la que la aportación conjunta del presidente y del nuevo consejero delegado enriquecerá la compañía e impulsará nuestro futuro”.
Sin embargo, en ciertos ámbitos, la medida se interpreta como una maniobra de Brufau para evitar que el Gobierno, de manera indirecta, "le nombre" un consejero delegado ajeno al actual equipo directivo", a la vista de las presiones del accionista Pemex. También como un paso previo a su salida definitiva de Repsol. Antonio Brufau se habría reducido el sueldo a la mitad.
La operación se ha llevado con el máximo sigilo, hasta el punto de que el grueso del consejo asegura que la desconocía. Pemex votó en contra por considerarlo un nuevo blindaje.
Según declaraciones de Repsol recogidas en la nota de prensa, “Josu Jon Imaz es un profesional con un brillante desempeño en Repsol, y por sus capacidades técnicas y humanas, juventud e identificación con la compañía, resulta el consejero delegado más adecuado para impulsar su futuro”.
De 50 años de edad, Josu Jon Imaz es doctor en Ciencias Químicas por la Universidad del País Vasco. Salvo el paréntesis político, ha desarrollado su trayectoria profesional del sector industrial, energético y tecnológico.
Imaz se incorporó a repsol en 2008 como presidente de su filial vasca Petronor. Ya en 2012 se incorporó al comité de dirección. Como director general del área industrial y nuevas energías, culminó con éxito los dos proyectos recientes más importantes de la petrolera;la modernización de la refinería de Cartagena, con una inversión de 3.100 millones y la planta de reducción de fuelóleo en la refinería de Petronor en Muskiz, de más de 1.000 millones.
Seis directores generales a sus órdenes
El nombramiento de Josu Jon Imaz como consejero delegado, Repsol ha reestructurado su organigrama haciendo desaparecer las macroaéreas existentes hasta ahora. Del presidente, Antonio Brufau, dependerán directamente, el consejero secretario general del consejo, Luis Suárez de Lezo; la directora general de comunicación y presidencia, Begoña Elices y el director financiero, Miguel Martínez, así como la Fundación repsol.
A su vez, del nuevo consejero delegado cuelgan varias direcciones generales: la de estrategia, control y recursos, Pedro Fernández Frial; la dirección general de personas y organización, Cristina Sanz; el vicesecretario general de asuntos legales, Miguel Klingenberg y las tres direcciones generales industriales: la de exploración y producción, al frente de la cual sigue Luis Cabra; la del área industrial y trading, para la que ha sido nombrada Lourdes Rodríguez y la dirección comercia, química, gas & power, de la que se ocupará Nemesio Fernández Cuesta, hasta ahora director general de Upstream.
En distintos momentos de crisis que ha vivido la petrolera en los últimos años, además del conflicto con argentina, las maniobras de Pemex para lograr más poder en Repsol, el nombre de Nemesio Fernández Cuesta había circulado como posible sustituto de Brufau. No solo eso, sino que tampoco le ha tocado en suerte el nuevo cargo de consejero delegado que los inversores de Repsol, apelando a las buenas prácticas de gobierno corporativo, venían reclamando.
En la petrolera argumentan que se trata de un relevo generacional, si bien, Brufau tiene 66 años y Fernández Cuesta, 57.