“Los inversores hace tiempo que ya nos subieron el rating”
"El bono español es un refugio para los extranjeros tras la retirada de estímulos en EEUU”
En menos de dos años, España ha pasado de ser un país repudiado por los inversores extranjeros a convertirse en un refugio. Íñigo Fernández de Mesa (Madrid, 1967), secretario general del Tesoro y Política Financiera del Ministerio de Economía desde 2012, es uno de los responsables del cambio. Tuvo que enfrentarse al peor momento de la crisis de deuda europea; ahora está convencido de que el futuro traerá buenas noticias.
España se financia a su menor coste de la historia, y los inversores extranjeros están ávidos de activos nacionales. Aunque explica que las reformas del Gobierno han sido fundamentales, reconoce que los factores externos, como la unión bancaria, han jugado un papel crucial. El fondo de resolución europeo dispondrá de una munición de 55.000 millones que aportarán los propios bancos.
Pregunta. Aseguran que la unión bancaria europea puede considerarse tan trascendental como la propia creación del euro. Pero su aprobación reciente no ha tenido efecto en los tipos de la deuda. ¿Cuándo lo veremos?
Respuesta. Desde que la unión bancaria se anunció en mayo de 2012 la rentabilidad del bono español a 10 años se ha reducido prácticamente a la mitad, desde el entorno del 6% a poco más del 3%. Esta bajada se debe a varios factores. A las reformas estructurales del Gobierno, a la reducción de los desequilibrios de la economía y del déficit público. También hay otra parte importante que se debe a factores europeos. De un día para otro no se reducen rápidamente los diferenciales.
"Los inversores, que son los que nos importan, hace tiempo que nos han subido el rating”
P. ¿A qué coste está emitiendo ahora el Tesoro?
R. El coste de la nueva emisión se sitúa en el 2,1% en lo que va de 2014; es el tipo más bajo de la historia del Tesoro, por debajo incluso de 2009, que estaba en el 2,19%. Y además con una vida media más larga, de 8,3 años, frente a los 7,3 años de 2013 y los 5,2 de 2012.
P. El año pasado se ahorraron [en realidad, se dejaron de pagar] unos 8.500 millones de euros en intereses. ¿Cuánto se va a ahorrar España en 2014 en el coste de la deuda, calculado en 36.590 millones?
R. Habrá un claro ahorro a final del año, gracias a la caída de las rentabilidades, y la tendencia será a mantener o incluso reducir en los próximos meses.
"Tenemos demanda para emitir deuda a 50 años y estudiamos su lanzamiento”
P. ¿Cuál es el objetivo?
R. No hay objetivo. Nuestros propósitos son minimizar los costes y alargar los plazos. Y para ello podemos utilizar nuevas fórmulas.
P. ¿Qué fórmulas?
R. Seguiremos haciendo emisiones de bonos a largo plazo, a 15 y 30 años, e incluso a más. Hemos recibido interés y demanda por parte de fondos de pensiones y de aseguradoras extranjeras por bonos a 50 años; estudiamos su emisión.
"El Ejecutivo en ningún momento ha levantado el pie del acelerador en la ambición reformista, y los inversores lo constatan”
P. Las colocaciones del Tesoro en 2014 van muy rápidas, ya está conseguido el 33% del objetivo. ¿Se va a moderar el ritmo de captación?
R. Vamos más adelantados que el resto de países europeos, y cada vez hay más demanda extranjera. Los inversores de fuera de España controlan el 42% de la deuda total y hemos recuperado la totalidad de la base inversora e incluso ganado nuevos inversores.
P. ¿Qué tipo de inversores?
R. La deuda española se está comprando en todos los continentes. Hemos hecho un esfuerzo de comunicación muy importante, con presentaciones en Ámsterdam, Londres, París, Fráncfort, Milán… Y en Latinoamérica ya hemos ido a Chile, Perú y Colombia.
"Ya hemos visitado China y Japón, en los próximos meses iremos a la Costa Oeste estadounidense y a los países nórdicos (Noruega y Suecia)”
P. Es la primera vez que el Tesoro acude a Latinoamérica. ¿Cómo ha sido el recibimiento?
R. La percepción es muy positiva, posiblemente entren este año.
P. ¿Dónde más irá el Tesoro de road show?
R. Ya hemos visitado China y Japón, y también EE UU (Nueva York). Iremos a la Costa Oeste americana, continuaremos con México y luego insistiremos en Europa, con los países nórdicos (Noruega y Suecia), que tienen potentes fondos soberanos. En la segunda parte del año iremos a Singapur o Hong Kong.
P. Con las eventuales penalizaciones del BCE para romper el vínculo entre riesgos bancario y soberano, hay riesgo de que la banca española deje de comprar deuda española...
R. La demanda está en todo el mundo, vendemos deuda en todos los continentes. En el último bono sindicado a 10 años la demanda superó los 40.000 millones, la mayor parte de ella de fuera de España. Eso sí, la banca española ha hecho una magnífica inversión con la deuda soberana española.
P. El bono a 10 años paga lo mínimo desde octubre de 2005 –menos del 3,3%– y la deuda a menor plazo está en mínimos históricos, ¿hasta dónde puede seguir cayendo?
R. El bono español se ha convertido en un valor refugio. Muchos inversores internacionales se han refugiado en España como consecuencia de la retirada de los estímulos en Estados Unidos. La dinámica ha cambiado de forma sustancial. Tenemos que seguir trabajando en las reformas, en la consolidación fiscal, y eso es lo que les importa a los inversores.
P. ¿Se utilizarán nuevas herramientas para vender deuda?
R. Hemos hecho colocaciones privadas a fondos de pensiones y aseguradoras de Alemania, que nos sirven para obtener financiación a largo plazo y a menor coste que en las subastas regulares. La puerta está abierta, además, a amortizar letras para sustituirlas por deuda a más plazo. La financiación en otras divisas es otra vía para dar cabida a inversores que tradicionalmente no invierten en euros.
P. ¿Cuándo se lanzarán los bonos ligados a la inflación?
R. Este producto es muy utilizado en Europa y nos permitirá diversificar la base inversores, sobre todo en fondos de pensiones y aseguradoras europeos. Son inversores que no compran regularmente en las subastas clásicas. Estamos preparados desde el punto de vista técnico y legal, y además tenemos demanda.
P. Moody’s ya ha subido el rating de España, quedan Standard & Poor’s y Fitch. ¿Se esperan buenas noticias?
R. Las agencias valorarán la mejora de la economía española, y estoy seguro de que nos subirán la perspectiva. Eso sí, los inversores, que son los que nos importan, ya nos han subido el rating hace mucho tiempo. El coste de financiación de España es el mínimo desde la llegada del euro. La situación actual no tiene nada que ver con la de hace dos años, y las agencias de calificación lo van a tener en cuenta a lo largo del año.
P. La situación ha cambiado mucho, pero aún hay dudas. ¿El Gobierno podrá cumplir los objetivos de déficit –6,5% del PIB para 2013, 5,8% para 2014 y 4,2% para 2015– y además bajar los impuestos?
R. Seguimos con un déficit público alto y tendremos que continuar reduciéndolo, pero el reto será menor en el futuro, gracias al crecimiento económico. La evolución de los ingresos es muy positiva, los costes de financiación se reducen y estamos confortables con los objetivos de déficit.
P. ¿Con la llegada de las citas electorales –en mayo, las europeas y el próximo año, las municipales y autonómicas–, ¿se retrasarán las reformas?
R. El Gobierno ha hecho reformas en 2012, en 2013 y las continúa haciendo en 2014, con la Ley Financiera, la Ley de Refinanciación, que será un elemento muy importante de inyección a los bancos, y otras. En ningún momento el Ejecutivo ha levantado el pie del acelerador en la ambición reformista. Los inversores lo constatan no solo al invertir en deuda pública: los fondos de inversión internacionales tienen un apetito creciente por otros activos españoles.
P. Pero siguen apareciendo pequeñas burbujas, como el rescate de las autopistas, y la deuda pública ronda el 100% del PIB. ¿Cuándo se van a ver reducciones notables?
R. La deuda pública está en niveles completamente sostenibles, pues su coste respecto al PIB se sitúa en torno al 3%. En los años 2015 y 2016 se estabilizará alrededor del 100% o ligeramente por encima, pero después comenzará una trayectoria descendente, gracias a la reducción del déficit público y al aumento del crecimiento.
P. ¿Se harán privatizaciones, como las que se han planteado de Aena o Loterías, además de la de Bankia, para reducir el endeudamiento?
R. La privatización de Loterías, desde el punto de vista del Tesoro, no supone ni cantidades sustanciales de dinero ni tampoco es necesaria. La colocación de Bankia es un reflejo de la apuesta por España y por el sector financiero.
“La banca ya cotiza por encima de su valor en libros”
P. ¿Cuáles son los objetivos de la unión bancaria?
R. Primero, romper la relación entre los países y los bancos, que ha sido uno de las principales deficiencias en los últimos años. Segundo, minimizar el coste del contribuyente: será el propio sector el que asuma las pérdidas. Y, tercero, acabar con la fragmentación de los mercados.
P ¿Qué efectos tendrá en la banca española?
RA partir de ahora, los compradores de bonos bancarios no van a tener en cuenta el país de la entidad, sino la calidad y la rentabilidad del banco.
P. ¿Y qué implicará para los ciudadanos?
R. Facilitará el crédito en España, tendrá repercusiones muy positivas.
P. ¿España está satisfecha con las condiciones?
R. Ha sido una negociación muy complicada, pero hemos salido contentos. El acuerdo es uno de los hitos más importantes desde la creación del euro.
P. ¿Serán suficientes 55.000 millones de euros para una crisis bancaria europea, cuando solo España solicitó unos 41.000 millones?
R. No hay que mirar por el espejo retrovisor. Va a ser más difícil que haya problemas, porque los requisitos de solvencia se han reforzado.
P. ¿Van a financiar los rescates todos los acreedores, incluidos los dueños de de depósitos clásicos?
R. Hay un orden de prelación. El depositante estará mucho más protegido que hasta ahora, pues los minoristas son los últimos en la lista a los que se les pueden aplicar quitas, después de los accionistas y los dueños de deuda subordinada y senior. Además, está el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que blinda por completo los depósitos de menos de 100.000 euros.
P. A partir de enero de 2015, aproximadamente la mitad de las actuales aportaciones FGD español (0,3% sobre los depósitos) irán al fondo europeo de resolución. Pero el FGD tiene una serie de compromisos por las compras de CAM, CCM y Unnim. ¿Habrá dinero suficiente?
R. La fórmula elegida en Europa es una continuidad del esquema español, en el que los bancos aportan dinero de antemano. La diferencia está en que las entidades financieras tendrán que repartir las actuales contribuciones al FGD con las que harán al fondo de resolución. No creemos que vaya a haber cambios significativos. Sobre eventuales derramas al FGD, tenemos flexibilidad para proceder a la reposición de los fondos si es necesario.
P. ¿Se atreve a poner la mano en el fuego por la banca española y asegurar que ya no hay problemas en ninguna entidad tras el rescate solicitado en junio de 2012?
R. El programa de rescate ha sido fundamental para recuperar la confianza de los mercados. Sobre la situación del sector, serán los supervisores los que den el veredicto.
P. Hace unos años se dijo que el sistema financiero español era el más sólido del mundo; después se demostró que no era así. ¿Hoy se puede asegurar que la solvencia es igual, o incluso mejor, que en el resto de Europa?
R. Sí puedo afirmar que el FMI, el BCE, la Comisión Europea, Oliver Wyman –la misma consultora que asesora ahora al BCE– y Roland Berger ya revisaron la banca española hace dos años, y de una forma más meticulosa y rigurosa de lo que se va hacer en Europa.
P. ¿Habrá algún suspenso español en los exámenes del BCE?
R. No lo sé, lo de aprobar o no es relativo. Los bancos españoles que cotizan en Bolsa lo hacen por encima de su valor en libros [importe de los fondos propios], y esa es la mejor prueba de que el mercado se cree los balances del sector.
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