Los números uno de China
China colecciona superlativos. En 2013, añadió el de primera potencia comercial de bienes, el de mayor consumidor de vino tinto y el de principal importador de petróleo. Algunos de estos son una muestra de su potencial de inversión, pero otros sugieren desigualdad e ineficiencia. Mientras tanto, algunos de los más significativos, todavía parecen lejanos.
Los enófilos del continente bebieron casi 1,9 millones de botellas de vino tinto en 2013, de acuerdo con Vinexpo. Los compradores del país también lo convirtieron en el mayor mercado de comestibles del mundo por valor de alrededor de un billón de dólares, según IGD. Su liderazgo se extendió a la compra de coches. Ser el más grande es algo que buscan en China. La apertura del edificio más grande del mundo en el 2013, y los planes para el rascacielos más alto del mundo en Changsha, son parte de una rica tradición de gigantomanía.
Pero algunos elogios probablemente han llegado demasiado pronto, lo que refleja el desarrollo desigual de China. No es alentador que el país sea el mayor consumidor de oro, sin embargo, puede que tenga que esperar hasta 2020 para tener el mayor mercado de medicamentos. Algunos se hacen ricos antes que el resto recupere la salud.
Otros primeros lugares pueden llegar demasiado tarde. El país ya podría haber sido el mayor importador de alimentos, como los cereales y el azúcar, si no hubiera sido por las políticas ineficientes para promover la autosuficiencia. Otros de esos títulos han venido con desventajas. Ser el mayor importador de petróleo del mundo y el mayor consumidor de carbón han contribuido a que China emita más carbono que cualquier otro país.
Los superlativos más codiciados siguen siendo difíciles de alcanzar. Adelantar a Estados Unidos como mayor economía puede llevar a China hasta 2028, según la consultora CEBR. Puede que su moneda, el yuan, necesite más tiempo para igualar a su estatus de superpotencia. Esto también vendrá con el tiempo, pero mientras tanto ser un número dos sostenible y constante es un objetivo perfectamente respetable.