“El MARF no será un mercado de entrar y salir todos los días”
La constructora gallega Copasa inauguró el pasado diciembre el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF), que aspira a convertirse en una alternativa de financiación para las medianas empresas. La compañía emitió 50 millones de euros en bonos a cinco años a un interés del 7,5% que, tras un mes de negociación y pese al buen arranque del año en el mercado de deuda, apenas han modificado su precio y cotizan al nominal. El presidente de Copasa defiende la oportunidad que ha supuesto el salto al MARF y explica los planes de la compañía para este año, en el que seguirá potenciando su actividad internacional para compensar la parálisis de la actividad de obra pública en España.
Pregunta. ¿Cómo surgió la idea de emitir en el MARF?
Respuesta. Surgió de forma natural y casi necesaria. Pensamos que la iniciativa era una buena oportunidad para empresas de nuestras características en un momento en que las dificultades de acceso al crédito bancario son evidentes y conocidas. Hemos sido pioneros y la colocación nos ha metido en una disciplina de mercado y de transparencia que da otros valores añadidos a la compañía.
P. Visto el perfil internacional de la compañía, con el 65% de su cartera en el exterior, ¿por qué le resulta difícil acceder al crédito?
r. No es tanto que no tengamos acceso al crédito, no tenemos el que nos gustaría y la emisión en el MARF ha sido un complemento. Pertenecemos al sector de la construcción y eso plantea evidentes dificultades en este país. Estamos en el camino de la internacionalización, que exige más compromiso financiero.
P. ¿Cómo fue la tarea de captar inversores para una compañía de un sector tan marcado por la crisis?
r. Fue relativamente fácil, tuvimos alta demanda y buena parte de la emisión, el 20%, se colocó entre inversores extranjeros, que no ocultan que vienen buscando rentabilidad. Nosotros somos constructores de infraestructuras, hemos tenido muy poco compromiso inmobiliario.
P. ¿Cuál es el balance del primer mes en el MARF? El precio de la emisión apenas ha variado pese al interés de los inversores por la deuda española...
r. Ha habido cierto nivel de operaciones, está funcionando con razonable normalidad. Pero no va a ser un mercado en el que los inversores entren y salgan todos los días. Y, aparte del MARF, también se han realizado transacciones en torno al 8% y 10% a través de Euroclear, de inversores que no habían conseguido bonos.
P. ¿Cuál es la perspectiva de negocio para este año?
r. Nuestro proyecto estrella es el AVE a La Meca y vamos a participar también en la construcción de la arteria que lleva al Estadio Olímpico en Río de Janeiro. El 50% de los ingresos de este año vendrán de fuera, frente al 30% de 2013. Pero la situación de la obra civil en España es muy preocupante y no hay un horizonte claro de mejora.