Rosell pide avanzar en la reforma laboral para adaptar realidad a legalidad
El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Juan Rosell, ha afirmado que se tendrán que hacer “muchas más reformas laborales para adaptar la realidad económica a la legalidad económica”.
“La reforma laboral es un intento de flexibilizar y modernizar la legislación laboral española, queda camino por hacer y seguro que en el futuro tenemos que ir cambiando más cosas para acoplarnos a lo que nos dictan los organismos internacionales, aunque un poco a la española, haciendo lo que creemos que podemos hacer en los momentos adecuados”, ha señalado.
El patrón de patronos ha puesto en valor el “avance importante” en la flexibilidad laboral introducido por la última reforma, aunque ha matizado que echa en falta que la negociación colectiva “se ponga en valor mucho más”.
“No es tiempo de hacer balance, tenemos que dejar pasar más tiempo y valorarla cuando el PIB sea positivo para valorarla con mayor amplitud y más objetivamente”, ha dicho Rosell sobre la reforma laboral tras participar este martes junto al presidente de Cepyme, Jesús Terciado, en la presentación del informe 'Cuenca, Soria y Teruel' y su encaje en un área meridional escasamente poblada'.
Por otro lado, el máximo responsable de la CEOE ha destacado que la legislación no es “suficientemente clara”, para después pedir que se “clarifique el mercado laboral” y que no estén siempre “esperando a ver qué dice la Justicia”.
Pérdida de empleos
“Esta reforma laboral y cualquier otra no crea por decreto puestos de trabajo al día siguiente, ni esta ni ninguna, pero es cierto que en los momentos de crisis aguda con la reforma laboral vigente algunas empresas podrían haber acometido una reestructuración en lugar de haber tenido que despedir o cerrar”, ha manifestado Rosell.
Para el presidente de la CEOE, si se hubiera hecho una reforma laboral con anterioridad, “se podría haber puesto en 'stand by' una necesidad de producción evidente y esperar tiempos mejores”. “Ojalá hubiéramos podido en España hacer como en Alemania. Sin embargo en los años más cruentos de la crisis las empresas que tenían una caída de la producción no tuvieron más remedio que cerrar o reducir personal porque no habia otra solución”, ha concluido.