España vende 5.290 millones en deuda a los tipos más bajos de la historia a cinco años
España ha estrenado 2014 en el mercado de deuda pública con un éxito rotundo, como hacía prever la caída de la rentabilidad de los bonos soberanos a todos los plazos.
El día fue de plusmarcas. La rentabilidad de las letras a dos años cayó por debajo del 1% por primera vez en la historia –aunque cerraron en el 1,03%– y el bono de 10 años marcó un mínimo del 3,67%. Esta rentabilidad no se veía desde septiembre de 2006, lo que hizo descender la prima de riesgo incluso por debajo de 180 puntos básicos. Su mínimo de la sesión fue de 176 puntos básicos.
El Tesoro sacó partido de las buenas vibraciones del inicio del ejercicio y captó más de 5.000 millones de euros, el máximo inicialmente previsto, en la primera emisión de deuda del año. Exactamente, el organismo que preside Íñigo Fernández de Mesa recaudó 5.287 millones de euros: 3.527 millones a cinco años y otros 1.760 a 14 años.
La elevada demanda, por 11.093 millones de euros en ambas referencias, permitió que el tipo de interés medio en la deuda con vencimiento en 2019 se situara en mínimos históricos. La colocó con una rentabilidad media del 2,382%. A 15 años no hubo récord, puesto que vendió los bonos con un rendimiento medio del 4,192%, cuando en 2005 llegó a colocarlos al 3,7%. Eso sí, consiguió un ahorro significativo respecto a la subasta que efectuó en septiembre, cuando prometió una rentabilidad anual del 4,809%.
Javier Ferrer, director de Deuda Pública de Ahorro Corporación, señala que la entrada de inversores extranjeros en la deuda soberana es masiva. “Tratan de obtener rentabilidad, y además su confianza ha vuelto. En la subasta se han visto inversores asiáticos y norteamericanos”, explica. El apetito se concentra además en los vencimientos más largos, debido a la cada vez más exigua rentabilidad de los plazos más cortos.
Los últimos datos publicados por el Tesoro, de cierre de noviembre, revelan que los inversores foráneos tenían deuda estatal por 273.172 millones de euros en su cartera registrada –que incluye la deuda a vencimiento ajustada por operaciones temporales–, niveles máximos desde diciembre de 2011. La prima española se sitúa además en niveles de abril de 2011 y algunos expertos vaticinan mejoras adicionales en el futuro inmediato, que la dejarían en los 150 puntos básicos.
Ahorro Corporación señala en un informe elaborado por José María Valle que “en 2014, el Tesoro ponderará en mayor medida los plazos más largos con el propósito comentado de mantener o ampliar la vida media de la cartera de deuda del Estado en circulación”. “El Tesoro parte este año con la ventaja que supone la progresiva mejora de la calidad crediticia de España, reconocida tanto por el mercado como por las principales agencias de calificación”, añade el experto.
Portugal vende deuda
Portugal volvió a los mercados de deuda a largo plazo por primera vez desde hace ocho meses, con una emisión de 3.250 millones de euros a cinco años y el 4,6%. Los resultados de la operación superaron las expectativas de los analistas, al mejorar los intereses de la anterior emisión del mismo plazo en enero de 2013, según Efe. La subasta sirve a Portugal para medir la confianza de los mercados en su economía a solo unos meses del fin del programa del rescate que solicitó a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional (FMI) en abril de 2011.
La operación, gestionada a través de seis entidades bancarias, es la tercera de deuda a largo plazo desde la petición del préstamo internacional. La emisión aprovechó la confianza de los inversores en una semana de caída sostenida de los intereses de la deuda en todos sus plazos y el éxito de la subasta de deuda a largo plazo de Irlanda, la primera desde que acabó su programa de rescate.
La ministra de Finanzas, Maria Luís Albuquerque, subrayó los últimos datos positivos del mercado para justificar la estrategia de vuelta a los mercados.
Además de la subasta a cinco años de enero de 2013, Portugal colocó en mayo pasado otros 3.000 millones de euros con un plazo a diez años a cambio de una rentabilidad del 5,6%. En las dos ocasiones, el Tesoro luso optó por una subasta “sindicada” a través de varias entidades financieras sin acudir directamente al mercado, como es habitual. Los vencimientos a dos, cinco y diez años cerraron al 2,1%, al 4% y el 5,4 %, respectivamente, mientras que en la primera jornada del año se cotizaba al 3%, el 5% y el 6%.