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Columna
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El regreso del billete verde

El dólar debería volver del olvido en 2014 cuando la Reserva Federal deje de imprimir billetes verdes como dinero de Monopoly. Las monedas de mercados emergentes parecen vulnerables a un revés que no quieren, el yen debería seguir bajando felizmente, el euro se relajará y la libra terminará compitiendo con el dólar en la delantera de la carrera de divisas.

Es fácil olvidar lo bajo que está el dólar. La impresión de dinero de la Reserva Federal ha envilecido las reservas de moneda del mundo. Según la impresión de dinero se ralentice o se detenga, el dólar está obligado a empezar a avanzar. Eso podría conducir a una sangría a la que la mayoría, aunque no todas, las monedas darán la bienvenida.

El yen está pidiendo ser derribado. La impresión de dinero de Japón probablemente alcanzará una tasa de 120 yenes al dólar en algún momento de 2014. Pero está lejos de ser una apuesta constante y segura.

Según la impresión de dinero se ralentice o se detenga, el dólar está obligado a empezar a avanzar

Muchos en Europa están anhelando que el euro caiga. Una depreciación de la moneda única podría mejorar la competitividad y tendería a aumentar la inflación que, situada por debajo del 1%, resulta muy baja para ser cómoda. El obstáculo es que las exportaciones alemanas no necesitan ningún impulso a la competitividad. Los 250.000 millones de superávit comercial anual de Alemania compiten con China. Pero no parece probable que haya una caída en el euro de alrededor de 1,25 dólares según los diferenciales de los tipos de interés cambien a favor de la divisa estadounidense.

La libra británica tendrá una química similar. La estrella de la segunda mitad de 2013 debería avanzar más en 2014 con la recuperación del Reino Unido ampliándose y los mercados espiando un alza en los tipos de 2015. Eso debería significar que la libra se dirigirá a 1,30 euros. Esta puede mantenerse firme o incluso avanzar levemente frente al dólar, pero sin duda será vulnerable a las caídas de corta duración en los momentos de tensión del mercado.

Las economías emergentes tienen más que perder. La mayoría no quieren que sus monedas se sigan debilitando. Pero es posible que haya más dolor si el dólar finalmente se recupera.

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