Los cuatro errores capitales de la fiscalidad de los planes de pensiones

El sector asegurador quiere que el Gobierno se comprometa a aplicar una nueva política fiscal que favorezca el ahorro a largo plazo, a través de planes de pensiones y seguros de ahorro. Para denunciar la legislación actual, la presidenta de la patronal de los seguros (Unespa), Pilar González de Frutos, desgranó ayer, durante unas jornadas organizadas por Deloitte, lo que consideran son los cuatro errores capitales de la tributación de los planes de pensiones.

1. El error inmobiliario.

Para el sector asegurador, la principal equivocación en materia tributaria ha estado en premiar en exceso el ahorro a través de la compra de activos inmobilarios. La desgravación en la base del Impuesto de la Renta por la compra de una vivienda habitual ha provocado que el 87% del ahorro de los ciudadanos españoles “esté materializado en ladrillo”, apuntó De Frutos.

Para la presidenta de Unespa, el nuevo marco fiscal que presentará el Ejecutivo en 2014 debe ser “extraordinariamente flexible y eficiente a la hora de facilitar su licuación [convertir ahorro inmobiliario en efectivo]”. Si no se trabaja en esta dirección, podría producirse la paradoja de que haya jubilados con un patrimonio inmobiliario considerable, que no lo puedan utilizar para mejorar su situación económica, apuntó.

2. El error igualitario

De Frutos considera que la política fiscal no debe ser únicamente redistributiva entre diferentes niveles de riqueza, como ocurre actualmente, sino que debe ser redistributiva entre generaciones, algo que nunca ha tenido en cuenta el modelo tributario español. La fórmula para concretar esta propuestas pasaría por dar mayores ventajas fiscales a aquel ahorro que tenga un mayor horizonte temporal.

“El sistema fiscal español apuesta por considerar que todo es ahorro, aplicarle el mismo tratamiento y pensar solo en cebar la recaudación”, apuntó la presidenta de Unespa. “Hay que volver a una filosofía por la cual ahorrar a medio y largo plazo tenga premio fiscal”.

3. El error finalista

Otra de las equivocaciones de los responsables políticos a la hora de fijar una legislación tributaria sobre los planes de pensiones y otras modalidades de previsión social complementaria es no haber premiado el rescate en forma de rentas vitalicias, según De Frutos. “La finalidad del ahorro-previsión para la jubilación es convertirse en una prestación que complemente la pensión pública, pero en España no se han dado pasos decididos para incentivar el cobro en forma de renta vitalicia”.

La presidenta de los seguros reconoció que el sistema fiscal ha dado pasos para desincentivar el cobro de la prestación de retiro en forma de capital, pero consideró que no es suficiente.

4. La tributación diferida

Actualmente, las aportaciones a planes de pensiones se pueden desgravar de la base imponible del Impuesto de la Renta, hasta un límite. Sin embargo, al momento de rescatar el plan hay que tributar la rentabilidad obtenida como rendimientos del trabajo, al tipo marginal que corresponda. “No podemos hablar de beneficio fiscal, pues, sino de tributación diferida”, apuntaba ayer De Frutos. No se paga al aportar, sino al rescatar. Esto hace que el actual modelo “no tenga demasiados alicientes para las rentas medias y bajas”.

Para solventar esta situación, deberían modificarse “el tratamiento fiscal del ahorro, mejorando en sus límites y otras características”.

De Frutos citó a Alemania como uno de los países que proponen modelos que potencian el ahorro a largo plazo. En este caso, a través del matching contribution, por el que la empresa y el Estado ponen al plan de pensiones privado la misma cantidad que aporta el trabajador.