El gasto en desempleo cae porque se agotan las ayudas y llegan menos parados
La tasa de cobertura ha bajado siete puntos del 67% al 60% desde agosto de 2012 hasa ahora
El número de parados que no tiene prestación por desempleo supera ya los dos millones. Según los datos oficiales, en España existían en agosto 4.724.355 parados registrados. De este total, había 2.721.296 que cobran algún tipo de ayuda económica (prestación contributiva, subsidio, renta activa de inserción o subsidio de eventuales agrarios). Esto deja otro total de2.003.059 desempleados que no cobran nada, bien porque no han generado el derecho o porque han agotado todo tipo de ayudas. Esto supone que, en el último año, este colectivo de desempleados que ya no cobra ningún tipo de ayuda económica ha aumentado un 7%, según los últimos datos disponibles que son los de septiembre.
De esta forma, en este periodo se ha desplomado la denominada tasa de cobertura, que mide el porcentaje de parados que cobra ayudas –excluidos los beneficiarios del Plan Prepara– del total de parados registrados. Esta tasa se ha recortado del 67% en agosto de 2012 al 60% en septiembre pasado;después de que tras la primera gran oleada de despidos de la crisis, a finales de 2009, registrara su máximo histórico con el 72% de los parados protegidos por distintas ayudas económicas.
Con ello, la factura mensual de estas prestaciones y subsidios, que ascendió en septiembre a 2.342 millones de euros, ha experimentado el mayor recorte en un mes desde el inicio de la crisis. Así, en la actualidad se gasta casi un 10% menos en protección por desempleo que hace un año. En concreto, 247 millones menos al mes. Si este ahorro se mantuviera en los próximos doce meses a finales de 2014 la factura anual del desempleo podría ser unos 3.000 millones más barata.
¿Por qué se está produciendo esta situación? Fundamentalmente es fruto de tres factores que se están registrando a la vez. En primer lugar, el efecto agotamiento es cada vez más evidente. Esto significa que el alargamiento de la crisis genera que cada vez más parados agoten las prestaciones y subsidios a los que tienen derecho sin que hayan encontrado un trabajo.
La cantidad de parados de larga duración que perdieron su empleo hace más de un año lleva enquistada en más de la mitad del total de desempleados desde hace más doce meses. Esta situación está generando la salida de un buen número de beneficiarios del sistema.
La ayuda se recorta con el tiempo
En segundo lugar, otra situación derivada de la anterior es que la prolongación de la crisis económica hace que se desplace el tipo de ayuda económica que cobran los parados, desde la prestación contributiva –que es a la que se tiene derecho por haber cotizado al menos un año y que tiene un máximo de dos años de cobro si se han cotizado seis–, que es de mayor cuantía, a los distintos subsidios, más baratos.
Así, ya desde finales de 2010 se invirtió lo que venía siendo históricamente habitual y ese ejercicio cerró con 100.000 perceptores de subsidios más que de prestaciones contributivas. Esta brecha se ha ido acrecentando y en la actualidad, el Ministerio de Empleo contabiliza 300.000 beneficiarios de ayudas asistenciales más que perceptores de la prestación contributiva.
Esto se ve reflejado en el gasto medio por desempleado, que ha pasado de los 937 euros en septiembre de 2012 a 883 euros, un 5,8% menos.
Finalmente y como tercera causa del abaratamiento de la nómina del desempleo se observa que desde marzo se han registrado dos trimestres consecutivos con creación de empleo, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), lo que ha frenado notablemente el ritmo de destrucción de ocupación en términos interanuales. Este comportamiento más positivo del empleo se ha visto ratificado por los últimos datos de afiliación a la Seguridad Social y de paro registrado del mes de octubre, cuando, por primera vez desde 2007 desde que empezara la crisis, se ha registrado menos desempleados registrados que los que había hace justo un año.
Esto está generando igualmente un menor acceso inicial al sistema de prestaciones. Si hace un año las solicitudes de prestaciones y subsidios crecían a un ritmo del 24% anual, en septiembre pasado se registró una caída de las nuevas demandas de ayudas del 6,5% respecto al mismo mes del año anterior. Y son precisamente las solicitudes de prestaciones contributivas las que están cayendo más: un 14,4% menos que hace un año, frente a un aumento del 6,4% del subsidio y del 25,7% de la Renta Activa de Inserción.
Equilibrar el presupuesto
En este escenario, el Ministerio de Empleo ha elaborado un presupuesto de gasto en desempleo para 2014 que, por primera vez en la crisis, quizás pueda cumplir sin necesidad de recurrir a créditos extraordinarios. De hecho, lo más probable es que los factores citados hagan que ya en 2013 Empleo no tenga que agotar, en el pago de las ayudas por desempleo, los 5.000 millones de línea de créditos adicionales aprobados a mitad de año.
Según fuentes conocedoras del presupuesto, de esta cantidad, el Gobierno probablemente use 2.000 millones por el aumento del gasto y alrededor de otros 1.500 por una disminución de ingresos mayor a la estimada.
De esta forma, el gasto en protección por desempleo previsto inicialmente para 2013, que sumaba 26.696 millones de euros, podría ascender al cierre del ejercicio a una cantidad de entre 29.000 y 30.000 millones, según estas mismas fuentes. Esta cantidad es similar a los 29.469 millones presupuestados para 2014 que, “es un gasto cumplible, que incluso podría ser finalmente inferior”, si se produce la esperada recuperación del empleo, además del aumento de ingresos que supone el alza del 5% de las bases máximas y el menor coste por la llegada cada vez menor de nuevos beneficiarios, explican estas fuentes.