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Columna
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Superávits desequilibrados

La mayoría de los países del sur de Europa están siguiendo el ejemplo de la economía alemana. Ellos perfeccionaron su competitividad durante los peores años de la crisis y ahora están cosechando la recompensa de unas mayores exportaciones. Italia es la excepción destacada y lo seguirá siendo mientras las crisis existenciales plaguen sus gobiernos.

La posición comercial de Italia ha mejorado en el último año. Al igual que en la mayor parte de la zona euro, la debilidad de la demanda interna ha deprimido las importaciones. Pero al contrario que en España, Portugal, o incluso Grecia, las exportaciones de Italia no han aumentado.

Italia ha tenido problemas con la misma recesión y el aumento del desempleo que han tenido España, Portugal y Grecia, pero no se ha involucrado en nada parecido a sus esfuerzos para recuperar la competitividad. En los otros tres países, los costes laborales por hora o bien han estado cayendo o subiendo muy poco. En Italia, se han aumentado de manera constante.

Italia necesita emular las reformas que ayudaron a Alemania, España y Grecia

Italia necesita emular las reformas que ayudaron a Alemania, España y Grecia. Los expertos tienen muchos consejos. En mayo, la OCDE recomendó a Italia eliminar las restricciones que atentan contra la competencia en algunos servicios minoristas y profesionales, alinear más estrechamente salarios y productividad y apoyar la búsqueda de empleo y la formación.

Estos movimientos requieren un fuerte liderazgo político, pero la política italiana ha sido y sigue siendo especialmente disfuncional. Incluso los ejecutivos más fuertes no han sido capaces con demasiada frecuencia de superar las divisiones internas y los grupos de presión externos. El gobierno del primer ministro Enrico Letta nunca fue particularmente fuerte y está luchando para superar el reto de existir.

No todo son malas noticias. Italia tiene un superávit presupuestario primario y la deuda está en su mayoría en manos de inversores nacionales, menos propensos a intentar escapar que los extranjeros. Pero sus debilidades económicas cada vez sobresalen más.

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