_
_
_
_

¿Puede bajar más la prima de riesgo?

No voy a entrar en el absurdo debate de hasta qué punto se puede atribuir el Gobierno el mérito (en caso de considerarlo como tal) de que la prima de riesgo esté por debajo de 250 puntos. Prefiero otro punto de vista: si el Estado alemán le exige un 2% de interés, ¿es desmesurado que el español le exija un 4,5%? ¿Es mucho o poco? ¿Cuánto estaría usted, amable lector, dispuesto a cobrar de menos a cambio de la seguridad teutona? Eso, partiendo de la base de que lo peor de la crisis ha pasado. Es mucho suponer, pero sin partir de aquí no tiene sentido pensar que la prima puede seguir estable o a la baja.

Podemos empezar por algunas comparaciones. El CDS de España, es decir, lo que cuesta asegurar una emisión de deuda española, está en los 234 puntos. Esto significa que si queremos garantizarnos el cobro de un bono de 100.000 euros, tenemos que pagar 2.340. Alemania paga un 90% menos que España por asegurar su deuda; Brasil y Colombia, aproximadamente la mitad.

Es decir, España todavía tiene una percepción de riesgo relativamente elevada, y por esta vía hay posibilidades de que baje la prima; de hecho desde finales de 2012 el CDS ha bajado 70 puntos y el bono a 10 años ha pasado del 5,2% al 4,5%. Siguiendo esta lógica, nuevas moderaciones en la percepción del riesgo de España podrían acercar el bono al 4%.

La historia no juega a favor de esta tesis. Solo en 2005, en plena efervescencia inmobiliaria, el bono a 10 años cotizó de forma sostenida por debajo del 4%. Y, lo que es más importante, no se puede explicar la posición de la deuda española sin contar con la respiración asistida tanto de la banca (principal comprador) y del BCE, como garante de la estabilidad de dicha banca y potencial comprador en la sombra.



Es decir, si los tipos de interés de la deuda se normalizan, tendría menos sentido que se prolongase el apoyo excepcional que estas entidades prestan al Tesoro. Son vasos comunicantes: más presión sobre la prima exige más medidas extraordinarias y viceversa. Es más verosímil ver una normalización de la deuda no en términos de precio sino de más inversores, más liquidez y más facilidad para financiarse. Porque si se consolida la demanda extranjera de deuda española, la banca doméstica tenderá a vender (con plusvalías) la que ha acumulado en cartera. Además, no la necesita como garantía para financiarse en el BCE.

En este contexto de normalización tendrá menos sentido que, por ejemplo, la deuda alemana a 2 años pague un interés del 0,25% cuando los tipos de referencia están en el 0,5%. Hasta ahora, los inversores han buscado seguridad a toda costa, y pagado un alto precio por ello. Si empiezan a elevar su perfil de riesgo y comprar deuda española, es probable que lo hagan a costa de la deuda alemana. Con lo que, aunque la deuda española no baje mucho su tipo de interés, la menor sensación de riesgo puede elevar los tipos de la deuda alemana, bajando la prima de riesgo. Que es lo que está sucediendo los últimos días.

Pero el rango es limitado. Como decía al principio, en la situación actual de España no sé si mucha gente estaría dispuesta a cobrar un 4% por la deuda española y un 3% por la alemana. Hace un año el FMI analizó qué parte de las primas de riesgo de los países correspondían a sus fundamentos, y concluyó que el diferencial español debería estar en los 200 puntos. Una cifra que, también, barajó el Gobierno como referencia para hablar de lo que Draghi llamó “riesgo de convertibilidad”, es decir, el sobrecoste originado por el riesgo de una ruptura del euro y de la consiguiente vuelta a la peseta.

¿Puede la prima bajar más? Es posible. Pero sería raro que eso aliviase los costes de financiación del Tesoro.

 Müsica contra la crisis. The Elgins, Heaven Must Have Sent You. Insipiración por @fernandomorales

Sígueme en Twitter @Nuno_Rodrigo5 o pinchando aquí

Archivado En

_
_