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Empresas vintage

Barça, sentimiento, política y negocio

Fue el ‘invento’ de un suizo, se convirtió en símbolo del catalanismo y hoy es una marca global Primo de Rivera, que identificaba el club con el catalanismo, cerró el viejo Campo de Les Corts en 1925

Johan Cruyff vuela ante el portero Miguel Reina para marcar un gol mítico en el Camp Nou ante el Atlético de Madrid en 1973.
Johan Cruyff vuela ante el portero Miguel Reina para marcar un gol mítico en el Camp Nou ante el Atlético de Madrid en 1973.

"Ahora, los culés de verdad nos queremos gastar los billetes, comprando libros, muñequitos, pósters, discos dedicados, pinturas y calzoncillos”. Así rezaba una estrofa de la canción que La Trinca compuso en la temporada 73/74 después de que el F.C. Barcelona le endosase un 0-5 al Real Madrid en el Santiago Bernabéu y ganara una liga tras 14 años de sequía. Cuarenta años más tarde, los “culés verdad” se han multiplicado, las tiendas que venden productos del Barça se encuentran en los cinco continentes y el marketing se ha convertido en la principal fuente de ingresos del club.

A los barcelonistas puede que les sorprenda o incluso moleste ver a su equipo en una sección de empresas. Para muchos, el Barça “es más que un club” y no tiene nada que ver con una empresa, sin embargo, la profesionalización del deporte y su globalización ha introducido la gestión empresarial dentro de los clubs.

La dimensión que ha alcanzado el Barcelona era inimaginable cuando en 1899 el suizo Hans-Max Gamper Haessig publicaba anuncios en prensa para encontrar a otros aficionados a un deporte entonces minoritario. Así nació el Club Football of Barcelona. Joan Gamper –el nombre catalanizado del padre fundador– fue el primer presidente y militó en ese equipo que con el tiempo se convertiría en el Fútbol Club Barcelona. Nada hacía presagiar que ese equipo acabaría siendo lo que hoy es el Barça. Diez años después de su fundación, el club tenía menos de 40 socios y estaba al borde la desaparición.

Cronología

1899. Joan Gamper, un suizo afincado en Barcelona, funda en 1899 el Club Football of Barcelona, un equipo pensado para reunir a otros extranjeros aficionados a un deporte que entonces era minoritario en España.

1910. Tras estar al borde de la desaparición, llegan aficionados y en 1910 gana su primer título, la Copa de España. 1919. Llega Ricardo Zamora. Él y Samitier se convierten en dos ídolos y elevan al Barça a un nuevo nivel.

1950. Tras la Guerra Civil y la posguerra, el club vuelve a estar cerca de desaparecer. En la década de los cincuenta, con la llegada de Kubala, el Barça pone los cimientos de lo que es hoy. Kubala hizo pequeño el viejo campo de Les Corts y el club construyó en 1957 el actual Camp Nou. 1973. El Barcelona ficha a Johan Cruyff, que como futbolista y, sobre todo como entrenador, cambiaría la historia del club. A mejor.

1978. Josep Lluís Nuñez gana las elecciones y se convertirá en el presidente más laureado de la historia.

1992. Con Nuñez en la presidencia, Cruyff en el banquillo, Koeman, Stoichkov y Laudrup en el campo, conquista su primera Copa de Europa en Wembley.

2003. Joan Laporta gana las elecciones y se inicia un ciclo victorioso. Con Guardiola como entrenador, se forma un equipo de leyenda con Xavi, Messi, Iniesta, Puyol o Valdés. El Barça se acostumbra a ganar.

Sin embargo, a medida que el fútbol ganaba adeptos, el F. C. Barcelona crecía. En 1911, recala en el equipo uno de los grandes porteros, Ricardo Zamora. Junto a Samitier, marcan un antes y un después. El Barça se consolida como una entidad de referencia en la sociedad catalana que traspasa el ámbito meramente deportivo. Primo de Rivera, que identificaba el Barça con el catalanismo, cerró el viejo Campo de Les Corts en 1925. Una de las críticas que siempre acompaña al club es su vinculo con el nacionalismo catalán. Lo que unos interpretan como un defecto, otros lo consideran una virtud que justifica el lema de “más que un club” que preside hoy el túnel de vestuarios. En cualquier caso, “el ejército desarmado de Cataluña”, como definió al Barça el maestro Manuel Vázquez Montalbán, se hizo grande a través de la pelota. La llegada de Kubala en 1950 dejó pequeño el campo de Les Corts y justificó la construcción de un nuevo estadio, el Camp Nou.

Un templo por el que han pasado los más grandes del balón, desde Cruyff a Messi, pasando por Maradona, Romario, Ronaldo y tantos otros. Sin embargo, es Johan Cruyff quien ha ejercido una influencia que todavía hoy perdura. El holandés llegó al Barça en 1973 y revitalizó la ilusión de los aficionados, ya casi resignados a la hegemonía del Real Madrid. Sin embargo, fue el Cruyff entrenador, fichado por el presidente Josep Lluís Núñez, quien cambió el rumbo del club. No solo dio al Barça su primera Copa de Europa, en Wembley en 1992, sino que impuso un estilo futbolístico que hoy es la principal seña de identidad del club. Es posible que el Barça de Guardiola –para muchos el mejor equipo de la historia– nunca hubiera existido si ese holandés excéntrico, lenguaraz y desgarbado no hubiera recalado antes en el banquillo.

El crecimiento deportivo del club ha ido acompañado de un aumento de poder económico. La caja en taquillas o la cuota de los socios, hoy supone una parte menor de la cuenta de resultados de los grandes clubs de fútbol, cuyos ingresos se originan por los derechos de televisión, la publicidad y el marketing. Las últimas cuentas del FC Barcelona muestran que el club ingresó el año pasado 500 millones de euros, la mayor cifra de la historia. La mayor parte de ese importe, se originó por la venta de productos y patrocinios (167 millones), seguido por los contratos de televisión (160 millones).

Messi está llamado a figurar en la historia como el mejor jugador que pasó por el Barça.
Messi está llamado a figurar en la historia como el mejor jugador que pasó por el Barça.

Qatar Airways, la primera empresa en la camiseta

La pelota no se mancha”, dijo una vez el mayor jugador de la historia, Diego Armando Maradona. Parafraseando al astro argentino, los culés, hasta hace poco, también podían afirmar con orgullo que la camiseta del Barça no se manchaba. Durante años, el club azulgrana resistió a la tentación de los millones y rechazó que el nombre de una empresa figurara en su zamarra. De hecho, la anterior directiva de Joan Laporta llegó a pagar para llevar la publicidad de Unicef.

El logotipo de la organización humanitaria quedó relegado a la parte trasera de la camiseta después de que la actual junta de Sandro Rosell firmara un acuerdo en 2010 con Qatar Sports Investments, un compañía que gestiona la publicidad en la camiseta. En un primer momento, la empresa decidió que los jugadores del Barcelona lucieran el nombre de Qatar Foundation, organización que esta temporada será sustituida por la empresa privada Qatar Airways. El acuerdo con Qatar Sports Investments aportará 170 millones al club hasta 2016.

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