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Secretos de despacho

Un pequeño oasis en Cerveceros de España

La asociación aglutina a la gran mayoría de los productores de cerveza en España Olalla ha construido un pequeño invernadero en la terraza para aislarse del ruido exterior

Pablo Moreno

"He pasado de representar a los que transforman cebada para pienso de animales a representar a los que transforman cebada para elaborar cerveza. Como producto y como consumidor habitual de esta bebida, he salido ganando con el cambio”, bromea Jacobo Olalla, nacido en Madrid en 1960 y director general de Cerveceros de España.

Olalla, licenciado en Derecho y titulado en dirección de empresas por el IESE, fue director de la Confederación Española de Fabricantes de Piensos Compuestos para Animales antes de llegar al puesto que hoy ocupa, hace 16 años. Se define como un entusiasta de la cerveza y de todo lo que se esconde tras ella, desde el proceso de elaboración hasta lo que implica beberse una caña y disfrutar de una bebida refrescante con un aperitivo gozando de una grata compañía. “La cerveza une. Es un símbolo de convivencia”, explica. Olalla es, además, director general de la Sociedad Española de Fomento del Lúpulo, un producto necesario para elaborar esta bebida y, en los últimos años, demandado por las farmacéuticas por sus propiedades saludables, asegura.

Cerveceros de España es una asociación fundada en 1922 que aglutina y representa a la mayoría de productores de cerveza en nuestro país. Actualmente, los asociados son Heineken España, Mahou-San Miguel, Damm, Compañía Cervecera de Canarias, Hijos de Rivera y La Zaragozana. Estas compañías, totalmente competitivas entre sí, se han juntado en este gremio de productores para fortalecer aquellos lazos que les unen: la defensa de la categoría del producto, la responsabilidad social y la mejora de la cultura cervecera. “Cuando solo se habla de la cerveza y de los intereses comunes, y no de marcas, es cuando actuamos nosotros”, explica Olalla.

La asociación tiene cuatro personas fijas trabajando. Se encargan de la dirección, de los datos técnicos y estadísticos que manejan y de los asuntos sociales, como las campañas de concienciación de tráfico o de salud.

Pablo Moreno

La oficina se encuentra en el pleno centro de Madrid, en Alonso Martínez. “Cuando llegué, estaba dividida en compartimentos, y lo que hice fue hacer un espacio diáfano, para que todos trabajasen juntos”, explica. Está adornada con temática cervecil. Unos recipientes con cebada, lúpulo y avena decoran la mesa principal, decenas de botellas de esta bebida posan en los estantes de la pared y una de las esquinas luce una caldera de crudos, uno de los utensilios necesarios para elaborarla. “Está hecha íntegramente de cobre y es de los años cincuenta. Estaba en la antigua Escuela Superior de Cerveza y Malta, pero cuando esta fue trasladada de lugar, traje la caldera para decorar este sitio. Tuvimos que meterla por la ventana”. El despacho de Olalla se encuentra en uno de los extremos de la oficina. Su mesa de trabajo mira hacia la puerta, que siempre mantiene abierta, a no ser que tenga visita o esté reunido con alguien. Olalla es amante de la naturaleza, y para intentar aislarse del ruido y ajetreo de la calle a la que da su despacho, y aprovechando la cantidad de luz que recibe sus ventanas durante todo el día, ha construido en la terraza un pequeño invernadero que hace de su lugar de trabajo un oasis.

La sociedad trabaja para mantener las pautas de consumo de cerveza y que no se pierda una tradición tan típica que forma parte de la idiosincrasia española. “El 65% de la cerveza que se consume en España es en la hostelería”, explica. “Somos, junto con el vino, el 20% de las ocasiones de visita a los bares, y el 83% de las veces, la cerveza se consume con comida”. A España solo le superan en consumo de esta bebida Reino Unido y Alemania, y nuestro país se disputa con Polonia el tercer puesto. “A ver si este verano bebemos un poco más de cerveza, que quiero que entremos en el pódium”, comenta Olalla.

Pablo Moreno

Posando con famosos

El despacho de Olalla es el propio de un amante de la cerveza. Una colección de botellines y latas decora una de las repisas principales. En la estantería más grande, apoyadas en los libros, posan decenas de fotos de personas famosas bebiendo cerveza, desde Zapatero, Rajoy, con los que posa, o Aznar, hasta los Príncipes de Asturias o el príncipe Carlos de Inglaterra, pasando por los nobel Camilo José Cela y Gabriel García Márquez e incluso por el antiguo papa Ratzinger, todos ellos con una jarra o copa en la mano. Asegura que seguirá ampliando su particular colección.

Su día a día es muy variado y agitado. Trata tanto temas del sector fiscal como de materias primas o de responsabilidad social. “A veces uno siente que le falta tiempo para estar tranquilo o centrarse en otros temas”, afirma. Por ello, se ha encargado de decorar y habilitar su despacho para que sea práctico a la vez que cómodo.

Se define como un lector compulsivo de periódicos –mejor en papel que en la web– y uno de sus aperitivos favoritos es tomar un poco de chocolate puro con una cerveza negra.

Entre sus objetos preferidos, escoge un viejo maletín de piel. Y a pesar de que su madre le ha comprado uno porque el suyo está ya muy deteriorado, Olalla se queda con el de toda la vida. Pesa menos y le cabe todo lo que necesita llevar.

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