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Cultura

Idilio entre música y paisaje como gancho turístico

El festival Pirineos Sur consolida una alternativa en verano al esquí en Huesca

Un escenario flotante sobre el embalse de Lanuza, entre las montañas del Pirineo aragonés, y un programa que lleva a escena artistas que prometen y joyas consagradas. La mezcla ha convertido el festival Pirineos Sur en una referencia en el circuito de músicas del mundo y en una marca de turismo de calidad. “Me emociona estar de nuevo sobre este escenario. Aquí supe cuando vine con mi padre que quería dedicarme a esto”, confesaba Estrella Morente durante su actuación el pasado fin de semana, la segunda desde 1997, cuando acompañó al cantaor Enrique Morente. Antes de ella, la aún en ciernes Silvia Pérez Cruz electrizó el valle de Tena, amenazado por una tormenta de verano.

Tras dos décadas de andadura, Pirineos Sur ha logrado crear con la música y su espectacular entorno una marca turística que resiste el envite de los recortes por la crisis. “Nos ha cogido con un cierto prestigio, aunque estamos en un momento complicado, y para la cultura, más”, comenta Luis Calvo, director del festival. En los últimos tres años el evento ha dejado de recibir 250.000 euros de financiación pública. Para esta edición, que concluye el 28 de julio, el programa ha salido adelante con el presupuesto de la Diputación de Huesca y el patrocinio de una veintena de empresas, que han compensado el recorte de Cultura.

Pero en la organización están tranquilos respecto al futuro. “El valle lo considera algo propio, ya es una marca”, cuenta Calvo. La música se ha convertido en el gancho para los turistas que acuden cada mes de julio y repiten cuando descubren semejante paisaje, como quería el Gobierno regional.

Pirineos Sur se creó ofreciendo música que en los noventa era atípica en España, influido por la cercanía con Francia, a escasos tres kilómetros, donde en aquella época sí gustaban los ritmos de raíces africanas. La intención era atraer a turistas que solo acudían a estas montañas durante los meses de invierno para esquiar. Dos décadas después, unas 15.000 personas acuden a Lanuza en verano.

Deep Purple, a las puertas del Parque Natural de Gredos

Músicos en la naturaleza celebra el próximo sábado su novena edición de la mano de Deep Purple. El viejo grupo de rock tocará a las puertas del Parque Natural de Gredos, donde la Junta de Castilla y León se inventó este festival como atractivo turístico. A la primera edición acudió nada menos que Sting, “y desde entonces hemos intentado no bajar la guardia”, comenta José Manuel Jiménez, director de sostenibilidad del Gobierno regional, quien lanzó la iniciativa. Además, parte de los ingresos del festival se destinan al cuidado del propio parque.

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