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Columna
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¿Precio libre para Lloyds y RBS?

El Reino Unido está a punto de empezar a jugar un nuevo partido de fútbol político. El ministro de Economía, George Osborne, aprovechó su discurso anual en Mansion House el 19 de junio para confirmar que Lloyds Banking Group y Royal Bank of Scotland serán reprivatizados, y que el proceso del primero empezará tan pronto como llegue el otoño. Esto plantea inmediatamente una cuestión política importante: ¿será el gobierno será capaz de recuperar los 65.000 millones libras que puso en los dos bancos entre 2008 y 2009?

Los puristas consideran que esta es la pregunta equivocada. Rescantando a RBS y a Lloyds, Reino Unido evitó una crisis financiera a gran escala. Ahora, hay que volver a privatizarlos para detener la intromisión política tan pronto como sea posible. De acuerdo con esta lógica, el precio no importa.

Intente decirle eso a Osborne. Él puede intentar ocultar el precio adecuado vendiendo los dos bancos en una serie de colocaciones a lo largo de un número años. Pero si el precio de venta combinado se queda por debajo del que el gobierno compró, se le criticará por perder dinero.

Hay que volver a privatizar los bancos tan pronto como sea posible para detener la intromisión política

Paradójicamente, falta claridad sobre cuál es el precio del gobierno en realidad. Normalmente se sostiene que Lloyds está en los 61 peniques, ya que es donde se encuentra en las cuentas del gobierno. Pero el precio pagado en 2008/2009 era de 74 peniques, porque el gobierno deliberadamente pagó por encima del mercado para limitar que su participación fuera más allá, y luego lo amortizó. Si quiere recuperar esta pérdida, el precio medio de salida debe ser de 13 peniques más.

Dado el renovado espíritu de incertidumbre en los mercados globales, seguido de las pistas de la Reserva Federal acerca de una reducción progresiva de la flexibilización cuantitativa, puede que Osborne no se esté sensatamente comprometiendo ni a un precio ni a una fecha límite para la venta de la participación. Habla sobre cómo obtener el valor contribuyente. Es la forma correcta de pensar en ello –pero puede que luche para evitar ser arrastrado a un debate sobre el precio.

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