La banca da luz verde al crédito urgente de 55 millones a Pescanova
El grupo alimentario, en concurso de acreedores desde mediados de abril, recibirá los 55 millones de euros que solicitó a sus principales acreedores para mantener su actividad la próxima semana, según fuentes financieras. Estos fondos irán destinados a atender necesidades de circulante y al pago a proveedores.
Al final, y tras varias semanas de negociaciones, serán nueve entidades las que den el visto bueno a la operación. De ellas, los comités de riesgos de siete (Sabadell, NCG, Popular, Bankia, CaixaBank, Santander y BBVA) ya han aprobado el préstamo o lo harán durante esta semana, señalan fuentes financieras.
Mientras, el administrador concursal designado por la CNMV, la consultora Deloitte, espera que otras dos (Deutsche y Commerzbank) también lo suscriban. Deutsche Bank, uno de los principales acreedores de la pesquera y por tanto miembro del extinguido steering committee, se había mostrado dispuesto desde el principio a dar liquidez a la compañía gallega pero puso como condición que participara algún otro grupo extranjero. Commerzbank, según estas mismas fuentes, ha manifestado su intención de adherirse.
Culminado este último trámite se prevé que la firma oficial del crédito se lleve a cabo la semana que viene.
Sin embargo, otras entidades con las que ha contactado Deloitte en las últimas semanas para que se sumaran, como Bankinter, Ceiss o Liberbank, finalmente han declinado estar en el pool, indican fuentes próximas a las negociaciones.
Hasta ahora, solo la Xunta ha comunicado oficialmente que aportará 4 millones de euros de los 55 millones en total que ha pedido el grupo que preside Manuel Fernández de Sousa. La cantidad restante será repartida de manera proporcional entre el resto de las entidades participantes.
El préstamo se otorgará a un tipo de interés del euríbor más el 4% y a un plazo de siete meses.
Como contrapartida, la banca ha exigido a Deloitte tener prioridad en el cobro de esta deuda, así como dos avales: la marca Pescanova y la sede que tiene la alimentaria en Chapela (Pontevedra). Fernández de Sousa, ahora apartado de la gestión por el juez, valora la marca de la empresa gallega por encima de los 500 millones.
En total, y según los últimos datos facilitados por la compañía a las entidades financieras, la deuda del grupo asciende a 3.000 millones de euros, una cantidad a la que se suman 369 millones en bonos convertibles.
Filiales extranjeras
Este crédito supondría un balón de oxígeno para Pescanova. El viernes pasado, su mayor filial en el extranjero, la argentina Argenova, entró en concurso de acreedores, después de que un mes antes la firma hubiera solicitado la apertura de este procedimiento para garantizar su valor. A principios de mayo se conocía la quiebra de Pesca Chile, y hace una semana y media la filial brasileña también entraba en concurso.
Batalla entre los accionistas
Mientras la compañía ultima la firma del crédito urgente, la batalla entre sus principales accionistas se encona. Los propietarios de un 20% de su capital (Damm, Luxempart, Iberfomento y la gestora de fondos de inversión Capital Research) han pedido al juez, a través de Deloitte, que convoque junta de accionistas. Los dos primeros, además, han interpuesto una querella contra el presidente y máximo accionista, Manuel Fernández de Sousa-Faro.
Esta petición llega después de que Fernández de Sousa convocara al consejo de administración el pasado lunes, la primera reunión tras la celebrada el 4 de abril y en la que se decidió solicitar el concurso de acreedores y pedir la revocación del entonces auditor del grupo, la consultora BDO.
En este, los consejeros decidieron por seis votos a favor y cuatro en contra mantener a Fernández de Sousa como presidente del grupo. El juez del concurso, no obstante, mantiene apartado a Sousa y al resto del consejo de la gestión del grupo.