Draghi marca hoy el camino para los mercados y los Gobiernos del euro
Los inversores esperan una rebaja de tipos de cuarto de punto, hasta el 0,5%
Los inversores han encomendado su expectativa de ganancias a los bancos centrales y hoy tienen depositadas todas sus esperanzas en la reunión del Banco Central Europeo (BCE). La amplísima mayoría de los economistas apuesta por una bajada del precio del dinero hasta el 0,5% desde el 0,75% actual. Otro escenario, más improbable según los expertos, es que decida rebajarlos en junio.
Asimismo, junto al recorte del precio del dinero hasta un nuevo mínimo histórico se confía también en que Mario Draghi, presidente del BCE, lance alguna señal a favor de políticas de estímulo que sirvan para sacar a la zona euro, y en especial a los países de la periferia, del hoyo de la recesión económica. En este sentido, cabe la posibilidad de que el BCE introduzca algún tipo de mecanismo para mejorar el crédito, con apoyo de los bancos centrales nacionales.
La reunión de hoy del BCE llega en pleno debate sobre los límites a las políticas de austeridad. El FMI ya lanzó su advertencia acerca de que un exceso en la velocidad de los ajustes fiscales podría tener efectos indeseados sobre el crecimiento y la Comisión Europea recogió recientemente el guante, abriendo la mano para que los países más apurados puedan cumplir con el objetivo de reducir el déficit público por debajo del 3% en más plazo del previsto. En dos años más en el caso de España, no a cierre por tanto de 2014 sino de 2016.
Los inversores parecen aplaudir estos días el giro hacia políticas más comprometidas con el crecimiento, aunque de ninguna manera se pierda de vista el compromiso con el equilibrio presupuestario y las reformas estructurales. Pero aguardan también el apoyo del BCE. “Sería muy sorprendente si no recorta los tipos hoy. Una rebaja, preferiblemente de 50 puntos básicos mejor que de 25, tendrá solo un pequeño impacto en la economía pero será la señal para una política monetaria más fácil. El recorte sería más efectivo si está acompañado de indicaciones de que la política monetaria será acomodaticia durante un largo tiempo”, señala Marie Diron, economista senior del Ernst & Young Eurozone Forecast.
La deuda soberana también apuesta por una bajada de tipos: “Los inversores en renta fija se sienten cada vez más obligados a asumir más riesgo si quieren rentabilidad, y esto ha posibilitado que los spreads de la deuda corporativa y de la deuda pública de los países periféricos también coticen en mínimos de los últimos años”, indica en un informe Miguel Paz Viruet, director de Gestión de Unicorp Patrimonio. El bono español a 10 años es un buen ejemplo: paga un 4,135%, mínimo desde octubre de 2010.
El euríbor a 12 meses, que mide el coste del dinero en el mercado interbancario de la zona euro y que es la principal referencia de las hipotecas en España, también anticipa que los tipos bajarán. El martes marcó un mínimo histórico diario en el 0,51% y dejó la media mensual de abril en el 0,58%, lo que abaratará unos 57 euros mensuales una hipoteca de 150.000 euros a un plazo de 25 años.
Tan descontada está la medida por los mercados que desde Barclays advierten en un informe que no creen que “tenga un gran efecto en los mercados”. La noticia –y mala noticia– sería que dejara los tipos como están… Entonces, las Bolsas se resentirían. El mejor escenario para los inversores sería que el BCE anuncie nuevas medidas para hacer llegar el crédito a empresas y particulares en los países. “De ser así, prevemos que las Bolsas seguirán subiendo, al menos por un tiempo”, vaticinan en Link Securities.
El euro, mientras, se recupera casi un 4% desde los mínimos de 1,27 dólares que marcó en noviembre del año pasado. Desde el viernes de la semana pasada, la moneda única ha pasado de las 1,303 unidades del billete verde hasta las 1,319 de ayer.
En espera de un gesto de apoyo a las pymes
El presidente del BCE ya lo avanzó en la reunión del mes pasado. La institución es consciente de que las medidas que ha puesto en marcha, por las que ha garantizado la liquidez del sistema financiero, no se traducen en una concesión de crédito que contribuya al crecimiento. No llegan a la economía real. Y por este motivo apuntó a la necesidad de tomar medidas en apoyo del eslabón más débil –y más determinante para el tejido productivo– en la cadena del crédito, las pequeñas y medianas empresas. Los inversores confían en que la apuesta de Dragui por el crecimiento no se quede solo en la rebaja de tipos sino que se dirija también a favorecer el crédito a pymes, en la línea de la política desarrollada por el Banco de Inglaterra.
La institución anunció la semana pasada la extensión por un año de su programa destinado a incrementar el crédito a las pymes, que fue puesto en marcha en agosto del año pasado. Así, podrá a disposición de la banca del país unos 80.000 millones de libras (92.800 millones de euros) a bajo interés con el fin de que estos a su vez abaraten la financiación de la pequeña y mediana empresa. En la zona euro, Draghi apuntó que su labor estaría en todo caso en coordinación con los Gobiernos y los bancos locales.