_
_
_
_
Breakingviews
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Un problema típico de la eurozona

El Tribunal Constitucional de Portugal está haciendo su trabajo. Pero desde la perspectiva europea, la decisión de bloquear algunas de las medidas contra los privilegios del sector público es un fallo muy típico. Las economías de la eurozona necesitan tomarse más en serio la lucha contra las causas del estancamiento.

La objeción del tribunal a algunas de las medidas de austeridad del gobierno ha deleitado a los rivales de Passos Coelho, el primer ministro. Los sindicatos y el Partido Socialista hablan de un gobierno que ha perdido su legitimidad. El gobierno ha rechazado hablar de elecciones anticipadas, y ya está planeando medidas de sustitución.

Pero, ¿cuáles fueron las atrocidades de Passos Coelho? No son espantosas, son acertadas. A Passos Coelho se le ha impedido eliminar el derecho a una paga de verano anual y a algunos beneficios del sector público de pensiones. Estos pagos nunca deberían estar garantizados, y mucho menos protegidos por derechos constitucionales. La mini crisis, como otras muchas, será resuelta con compromisos desagradables. Las medidas bloqueadas habrían ahorrado 1.300 millones de euros, una quinta parte del ajuste fiscal presente en el presupuesto de 2013. Se encontrarán soluciones provisionales, porquela Comisión Europeaavisó el domingo de que no aceptaría nada menos.

La mayoría de las reformas en Europa no han ido lo lejos que debían

Pero la protección de los privilegios del sector público en un país afectado por la recesión, el déficit y la deuda no es lo que Portugal o Europa necesitan. A pesar de que la crisis de la eurozona se prolonga y se habla mucho de una austeridad severa, la realidad es que en la mayoría de las reformas no han ido lo suficientemente lejos.

Pero desde que la devaluación es imposible para los miembros de la eurozona, las reformas son la única vía realista para salir adelante. Portugal debería reescribir o reinterpretar su constitución, no la austeridad. Si los países quieren seguir en el euro, deben luchar por el derecho a hacerlo, superando los obstáculos, no preservando los beneficios.

Archivado En

_
_