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El futuro de la fábrica zaragozana

Diez minutos alejan a GM y sindicatos del acuerdo en Figueruelas

La negociación avanza en salarios y flexibilidad Se atasca en la pausa diaria de diez minutos que los sindicatos consideran irrenunciable

Aspecto de la cadena de montaje que la factoría General Motors tiene en la localidad zaragozana de Figueruelas.
Aspecto de la cadena de montaje que la factoría General Motors tiene en la localidad zaragozana de Figueruelas.Javier Cebollada (Efe)
Javier García Ropero

Representantes de General Motors (GM) y sindicatos de la fábrica de Figueruelas continúan sin llegar a un acuerdo por el nuevo convenio colectivo, la llave para garantizar la llegada de las nuevas inversiones que el fabricante incluye en su plan de reestructuración europeo. El plazo para llegar a un consenso expira el lunes.

Mientras que en aspectos salariales y de flexibilidad las diferencias son salvables, según fuentes sindicales, la negociación continúa en punto muerto en dos puntos que ambas partes consideran claves para un acuerdo. Los sindicatos no están dispuestos a eliminar uno de los descansos diarios de diez minutos en producción, ya que consideran que la carga de trabajo actual es elevada y que la supresión equivaldría a cinco días más de trabajo al año.

El otro caballo de batalla es el del sistema de medición del trabajo propuesto por GM, el llamado ILO 100, más exigente que el actual. Según fuentes de la negociación, la empresa se habría mostrado dispuesta a eliminar esta propuesta si los sindicatos renuncian a los diez minutos diarios de descanso, algo que fue rechazado de pleno. De hecho, fue de los pocos puntos que componían la oferta de los representantes de la plantilla que recibió el respaldo del 100% del comité de empresa.

El único punto en común entre las dos partes es la garantía de no realizar despidos en el período que iría desde la firma del convenio a la llegada de las inversiones, siempre sujeto a que se llegue a un acuerdo total. En el resto de aspectos, las diferencias continúan siendo importantes, pero con margen para llegar a un acuerdo.

Acercamiento

El fantasma del cierre de Bochum

Pese al escaso tiempo para acercar unas posturas que de momento parecen lejanas, el optimismo y la predisposición de cara a alcanzar un acuerdo no ha desaparecido de la mesa de negociación de Figueruelas. Ambas partes reconocen la importancia de cerrarlo: Figueruelas es clave dentro del mapa europeo de General Motors, por su flexibilidad y la calidad de sus vehículos. Pero insiste en hacer más esfuerzos. Y los trabajadores saben que garantizar el futuro de la fábrica es vital para ellos y para la industria de la región y del país. Pero hay ejemplos de que no siempre es posible.

Opel anunció en marzo el cierre de la fábrica alemana de Bochum a finales de 2014, la única que no aceptó el plan de competitividad acordado por el principal sindicato de la industria alemana y la empresa. Aunque es un caso particular. Dicho plan preveía el cierre de la cadena de montaje de Bochum una vez acabada la producción del Zafira Tourer, en 2016, y convertirla entonces en un centro logístico y de recambios, con la pérdida de 1.800 empleos. La plantilla se negó a ratificarlo, y la empresa ha anticipado el cierre a finales de 2014, y la pérdida de un turno a partir del segundo trimestre de este año aunque no se descarta que vuelvan a iniciarse las negociaciones. Las plantas de Eisenach y Rüsselsheim producirán dos modelos desde 2015 y la de Kaiserslautern, de componentes, tiene el futuro asegurado más allá de 2015.

GM suavizaba en la reunión de ayer su posición en los puntos relacionados con salarios y pluses. En concreto, en la escala salarial que ocuparían las nuevas contrataciones, aumentando la cantidad que percibirían en los primeros años y que se acerca a la postura de los sindicatos. Menos significativo han sido los progresos en la congelación de los salarios. Los sindicatos abogan porque ésta se aplique en 2013 y 2014, revalorizar sueldos sobre el IPC real en 2015 y un 2% sobre éste en 2016 y 2017. La empresa continúa proponiendo tres años de congelación y dos de revalorización del 1% sobre el IPC, siempre sujeta a beneficios, en los tres años siguientes.

En cuanto a los pluses, los trabajadores proponen una reducción del 5% en los de nocturnidad, calendarios especiales y festivos, un porcentaje que GM situó ayer en el 20%, mientras que el de transporte se incluiría en la paga anual variable. En lo relativo a flexibilidad, la política de ERE suspensivos rotarios seguiría predominando mientras llegaran los nuevos encargos.

Fuentes sindicales valoran el acercamiento como escaso, y ven lejana la posibilidad de un acuerdo si no se suavizan mucho los términos actuales. Sin embargo, consideran que la mayoría de los puntos son salvables, ya que, aseguran, la predisposición de ambas partes es la de alcanzar un acuerdo que facilite la llegada de nuevas inversiones. Para ello, deberán llegar a un acuerdo antes del lunes, la fecha límite fijada por GM para poder remitir el nuevo convenio colectivo a la central de Detroit, que decidirá si es suficiente para la llegada de nuevos productos a las instalaciones de la factoría zaragozana.

En la actualidad, Figueruelas tiene comprometida la producción del Opel Meriva hasta 2016, y la llegada del nuevo Corsa en 2014. Pero la carga de trabajo actual es escasa, afirman los empleados de la fábrica, que esperan que la asignación de los nuevos modelos garantice una carga diaria óptima.

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Sobre la firma

Javier García Ropero
Redactor de la sección de empresas, especializado en distribución, gran consumo y economía del deporte. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Especialista en información económica de la UIMP. Desarrolla su carrera en CincoDías desde 2011 tras haber pasado por El Mundo y Vocento.

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