“Es difícil controlar la avaricia humana”
Desde hace tres años, Miguel Espinosa, nacido en Barcelona hace 54 años, dirige la escuela de negocios EADA, que en el último ranking de Financial Times se colocó entre los 25 mejores centros del mundo, sumándose al liderazgo que mantienen a nivel internacional Esade, IESE e IE Business School.
Licenciado en Económicas y máster en Auditoría Financiera por la Universidad de Barcelona, cuenta con una vasta experiencia en el sector de la educación superior. Ha sido además director general de la Fundación de la Universidad Politécnica de Barcelona (UPC) y gerente de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y de la Universidad de Barcelona (UB).
Pregunta. ¿En qué se traduce el hecho de estar entre las 25 mejores escuelas del mundo?
Respuesta. Es producto de años de trabajo, manteniendo los objetivos. Ahora tenemos un mayor nivel de exigencia y de autoexigencia. Nuestro gran reto y responsabilidad es seguir formando a directivos y seguir jugando en la Champions League. El gran impacto que tienen los rankings es que consigues captar a un mayor número de estudiantes internacionales que se guían por este tipo de clasificaciones.
P. ¿Qué porcentaje de alumnos extranjeros tienen en la escuela?
R En el MBA a tiempo completo, el 85% de los matriculados viene de fuera. Trabajamos en Colombia, Alemania, Perú. El 46% del alumnado procede de América Latina, el 29% de Europa y el 9,5% de Asia. El resto de los alumnos son españoles.
P. Mucho se habla y se escribe sobre el papel que han jugado y que juegan en esta crisis las escuelas de negocios. ¿Qué rol deben asumir para recuperar la falta de liderazgo que existe en todos los estamentos?
R. El liderazgo hace falta siempre, personas con equipos, que sean sostenibles y éticas. Eso hace falta siempre. El segundo tema importante, y es un tópico, es que es muy difícil gestionar la condición humana, no controlamos el sentido de la avaricia humana. Las organizaciones han de estar comprometidas con el devenir del entorno, pero la avaricia es difícil de gestionar. En las aulas enseñamos que las empresas han de ser sostenibles en sentido integral. Lo que me preocupa es que después de estos impactos debemos poner en marcha determinados comportamientos para que lo que ha sucedido no vuelva a ocurrir. Es bueno cuestionarse cosas y después intentar llevarlas a la práctica.
P. No es la primera vez que sucede...
R. La crisis del 29 y las posteriores están ahí, pero a los seres humanos nos cuesta recordar este tipo de acontecimientos, enseguida nos olvidamos. Y no todo vale para conseguir los objetivos. Yo soy partidario de los hechos, de aprender las lecciones y ser optimistas para tener capacidad de mejorar.
P. ¿En qué se diferencia EADA del resto de las escuelas de negocios?
R. Nuestro origen es la formación ejecutiva, y hace 17 años dimos el salto a la internacionalización. Uno de los atractivos de la escuela es su tamaño mediano, la proximidad al participante, y es precisamente este tamaño el que nos permite tener una elevada capacidad de adaptación, de tener influencia. EADA es reconocida, entre otras razones, por el desarrollo de determinadas habilidades de dirección.
P. ¿A qué habilidades se refiere?
R. A las denominadas soft skills, liderazgo, gestión de equipos... Es importante tener conocimiento y saber desarrollar este tipo de habilidades para desenvolverse en el mundo empresarial hoy día.
P. ¿A qué obedece el hecho de que tres de las cuatro mejores escuelas de negocios de España –IESE, Esade y EADA– tengan su sede central en Barcelona?
R. Coinciden en el mismo lugar tres iniciativas, dos por parte de órdenes religiosas [se refiere al Opus Dei en el caso de IESE y a los jesuitas en el de Esade] y la nuestra por parte de un grupo de empresarios. Se produjo en un momento en el que este país era de color gris y había una serie de empresarios que querían una apertura. Y nacieron con la vocación de ayudar a los empresarios y directivos, luego hubo una fase de continuidad en la estrategia, de internacionalización... La competencia es buena, es un estímulo para seguir adelante.
P. ¿Qué objetivos tienen?
R. Consolidar aquello que hacemos y hacerlo mejor, creciendo y desarrollando nuevos proyectos con una mayor internacionalización.
Del Ensanche a la Liga de Campeones
Dicen que no fundada en un garaje, pero casi. EADA nació en 1957 a iniciativa de dos consultores, Irene Vázquez y Arturo Alsina, que reciben el apoyo de varios empresarios para crear una institución independiente tanto desde el punto de vista ideológico como económico.
Instalan sus sede en el Ensanche, en el centro de Barcelona. Sus primeras actividades tienen que ver con la consultoría y la selección de personal. En 1978 comenzaron a impartir la enseñanza del inglés, y en 1983 comienzan a diseñar programas de formación a medida y planes formativos para la banca. A partir de ahí, comienza una carrera, sin prisa, por sentar las bases para situarse en el mapa internacional de las mejores escuelas de negocios del mundo.
Más de 120.000 alumnos de 40 países han participado en las iniciativas de este centro, que ya juega en la Liga de Campeones.