Muchas razones por las que España no es Chipre
Los expertos recalcan las enormes diferencias entre ambas economías
El rescate a Chipre de 10.000 millones de euros con la condición de que aplique una tasa a los depósitos bancarios privados (podría ser entorno al 3% hasta 100.000 euros y del 12,5% para cantidades superiores, según el nuevo acuerdo que negocia el Gobierno chipriota para garantizarse la aprobación del Parlamente) ha reavivado las tensiones en la eurozona. Por primera vez, los ahorradores tendrán que financiar parte de la ayuda recibida (Nicosia espera recaudar 5.800 millones de euros) y se extiende el temor a que la medida pueda aplicarse en otros países de la región.
España e Italia están por ello en el punto de mira de los mercados. De hecho, las primas de riesgo de ambos países se han tensionado de nuevo, volviendo al entorno de los 360 puntos básicos en el caso de la española (356), frente a los 320 de la semana pasada. La rentabilidad del bono español a diez años roza de nuevo por encima del 5%.
Los expertos tienen claro que España no es Chipre y Chipre es un caso especial, pero se muestran cautos por las impredecibles consecuencias de este nuevo capítulo en la crisis de la zona euro.
Hasta ahora se había evitado tocar los depósitos, pero Chipre ha abierto la veda y demuestra que todo es posible a partir de ahora en Europa. Según el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, existen riesgos para la economía española, dado que “somos un país en depresión, donde la recuperación ni está ni se la espera”.
España ya ha tenido un rescate bancario de 40.000 millones de euros en 2012 y, aunque el sistema bancario está saneado, no se puede descartar de manera definitiva un efecto contagio de Chipre en el sur de Europa, tal y como ha reconocido el presidente del Banco Central Europeo (BCE),Mario Draghi.
Además, “el mercado ve con nerviosismo cómo se impone el primer corralito en la historia de la Unión Europea para evitar, a corto plazo, la fuga de capitales”, comenta Miguel Paz, director de gestión de Unicorp Patrimonio.
Pero, aún así, los expertos hacen hincapié en las diferencias que separan a España del país chipriota. Principalmente, el tamaño del sistema financiero respecto al Producto Interior Bruto (PIB) que, en el caso de la isla, es muy elevado.
Según un informe de Afi, en Chipre “los depósitos bancarios totales se elevan a 72.000 millones de euros, lo que frente a los 18.000 millones de PIB representa el 400% de su economía”. Estos datos contrastan con los del sector bancario español, que con “casi un billón de euros en depósitos teniendo en cuenta los correspondientes a hogares y a empresas no financieras, apenas alcanza el 100% del PIB.
Asimismo, en Chipre, al menos 27.000 millones de euros depositados en bancos son de extranjeros, la mayoría de clientes griegos y rusos (algunos con fortunas de dudosa procedencia, según señalan observadores de la economía chipriota), que aprovechaban las ventajas fiscales ofrecidas por el país, considerado uno de los paraísos fiscales de la eurozona.
“En España no hay grandes capitales extranjeros y el gran problema es el endeudamiento con el exterior”, sostiene Josep Oliver, catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Miguel Paz señala que la quita a los depósitos en Chipre “va más encaminada a la lucha contra el fraude fiscal y es una decisión que ha sido fácil de tomar debido a su reducido tamaño”, por lo que “es improbable que se aplique a cualquier otro país de la eurozona”.
Por tanto, a su juicio, “la reacción de los mercados está siendo exagerada en un principio y el riesgo de contagio y salida de depósitos de otros países es limitado”.
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