Orizonia presenta hoy en los juzgados de Palma el concurso de acreedores
El concurso del grupo afectará a a 2.347 trabajadores
Orizonia anunció de manera sorpresiva el cierre a sus 5.000 trabajadores el pasado 18 de febrero, tras frustrarse el proceso de venta a Globalia por las objeciones que planteó la Comisión Nacional de Competencia (CNC).
A continuación, acordó con el grupo Barceló la venta de 157 agencias de la red de Vibo y la filial de su aerolínea Orbest en Portugal, lo que permitirá salvar unos 1.100 empleos, según las últimas estimaciones de la cadena hotelera mallorquina.
Además, otros 700 empleados de la división hotelera Luabay de Orizonia seguirán empleados, gracias al acuerdo que se alcanzó el pasado mes de diciembre con Globalia.
Directivos del fondo estadounidense Carlyle, accionista mayoritario de Orizonia, se reunió el pasado viernes con los representantes de los trabajadores y reiteró su compromiso de presentar el concurso de acreedores mañana en la capital balear, lo que los sindicatos consideran positivo, ya que el procedimiento concursal agilizará el ERE y ofrecerá mayores garantías a los trabajadores.
En virtud de la ley concursal, el cobro de nóminas es un derecho preferente, apuntan desde los sindicatos.
La reunión sirvió además para legalizar la mesa negociadora del ERE, tras una reconfiguración de la misma, y la siguiente cita se ha fijado para el próximo viernes. Orizonia presentó el pasado 7 de marzo el ERE ante la Dirección General de Empleo y Seguridad Social.
La intención de los trabajadores de Orizonia es que el ERE se tramite cuanto antes para que puedan empezar a cobrar la prestación por desempleo y sean recolocados con la mayor rapidez.
Orizonia tiene pendiente de cobro a sus clientes unos 28 millones de euros por las ventas realizadas antes de su cierre, con vencimientos a corto y medio plazo.
Para la parte social, dicha cantidad de dinero es un elemento positivo que podría permitir a los trabajadores el cobro de las nóminas este mes de marzo, lo que en estos momentos es el primer objetivo de la negociación.
La quiebra de Orizonia ha provocado en el último mes numerosas protestas de los empleados y de los sindicatos.
La Comisión Nacional de la Competencia procedió esta semana a archivar la operación de concentración entre los grupos turísticos Globalia y Orizonia, “al tener información fehaciente de que las partes no tienen intención de realizarla”.
El presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, aseguró hace unas semanas que su grupo turístico “no es beneficiario de la caída de Orizonia”, sino un perjudicados más.
Su empresa, concretó, pagó a Orizonia unos 21 millones de euros aproximadamente, a cambio, entre otros conceptos, de la adquisición de la gestión de la división hotelera del grupo Orizonia, Luabay.