La banca utiliza el 60% de sus hipotecas para conseguir liquidez en el BCE
Las hipotecas se han convertido en el activo más importante para las entidades financieras españolas que necesitan liquidez. El 60% de este tipo de créditos está empaquetado en cédulas y titulizaciones, utilizadas masivamente para acudir a las subastas del BCE. Desde 2007, las cédulas hipotecarias han duplicado su saldo, hasta rozar los 300.000 millones de euros.
La banca española ha encontrado en las hipotecas su principal herramienta para la obtención de liquidez. Así como el crédito a promotor se ha convertido en los últimos años en un tumor para la salud del sector bancario, los préstamos para la compra de vivienda han aguantado el tirón de la crisis y continúan siendo uno de los activos de mayor calidad.
Los bajos niveles de morosidad hipotecaria (3,4% en septiembre de 2012, último dato disponible) han provocado que bancos y cajas utilicen estos créditos de forma masiva para convertirlos en cédulas y titulizaciones con las que acudir a las subastas del Banco Central Europeo (BCE). Al cierre de 2012, el saldo de cédulas hipotecarias ascendía a 293.143 millones de euros (cerca del doble del dato de cierre de 2007).
Si a ese dato se suman otros títulos hipotecarios (como cédulas multicedentes o titulizaciones con garantía hipotecaria), el saldo llega a 525.786 millones de euros, una cantidad que representa más del 60% del total de hipotecas, según datos de la Asociación Hipotecaria Española (AHE).
"Las entidades financieras han recurrido mucho a emisiones de cédulas porque son la modalidad de titulización que ofrece más garantías para el inversor que las compra", explican desde el servicio de estudios de un gran banco. "Gracias a su fiabilidad, pueden ser empleadas como colateral en el BCE con un descuento muy bajo".
La avalancha de emisiones de cédulas ha sido especialmente fuerte durante los dos últimos años. En 2012, el sector financiero español colocó 103.470 millones de euros en cédulas (+51% de crecimiento interanual). El año anterior había emitido 68.347 millones (+108%).
Desde comienzos de la crisis financiera el BCE puso en marcha diversas inyecciones de liquidez, pero fue en diciembre de 2011 cuando el organismo empezó a ofrecer préstamos a tres años con un bajo tipo de interés -ante la pertinaz sequía del mercado interbancario-. En esta primera subasta el BCE prestó 489.000 millones de euros y en febrero de 2012 el BCE realizó otra subasta (conocida por sus siglas en inglés, LTRO, operaciones de refinanciación a largo plazo), en la que prestó 529.000 millones de euros.
Los bancos españoles fueron los principales beneficiarios de esta operativa del organismo con sede en Fráncfort y han llegado a tener un saldo deudor con el BCE por 388.000 millones de euros (en agosto de 2012), a cambio de aportar como colateral miles de millones de euros en títulos hipotecarios (el Banco de España no ofrece este desglose).
Una vez que las tensiones de los mercados financieros comenzaron a aliviarse, a partir de julio, la apelación de la banca española al BCE se ha ido moderando y cerró 2012 con un saldo deudor de 313.109 millones de euros.
Emisiones en 2013
La querencia del sector bancario español por titulizar créditos hipotecarios se mantiene en 2013. Santander, BBVA, Popular, Sabadell, Bankinter y Kutxabank han emitido 5.750 millones de euros en cédulas hipotecarias en 11 días, con rentabilidades que van de 195 a 270 puntos básicos sobre el tipo de interés de referencia (el midswap, que oscila entre el 0,69% a tres años y el 0,99 a cinco años). La emisión del BBVA es especialmente signficativa, pues tenía un vencimiento a 10 años, un plazo no visto desde hacía mucho tiempo.
Antes del comienzo de la crisis financiera, la mayor parte de las emisiones de cédulas se colocaban entre inversores privados institucionales (especialmente alemanes), pero ahora las entidades tan solo sacan a los mercados una parte pequeña de sus emisiones.
A la espera de un cambio de tendencia
Antes de que estallara la crisis financiera, buena parte de los préstamos para la compra de vivienda que firmaban los clientes españoles quedaban en manos de bancos y aseguradoras alemanas (que compraban titulizaciones hipotecarias). En España no había ahorro suficiente para financiar el crecimiento de la burbuja inmobilaria, y las entidades financieras obtenían recursos en otros países europeos.Después de varios años de turbulencias financieras, las hipotecas de los españoles vuelven a estar en territorio alemán, pero ya no tanto en los balances de entidades privadas que han ido deshaciéndose de sus posiciones en bancos españoles, sino en el balance del Banco Central Europeo (BCE), con sede en Fráncfort.La progresiva normalización de las condiciones financieras está provocando que el sector bancario español esté reduciendo su dependencia hacia el BCE. Un buen momento para sondear el estado de ánimo de la banca nacional será a finales de mes. Al cumplirse un año de alguna de las subastas de refinanciación a largo plazo, las entidades podrán decidir si devuelven el préstamo anticipadamente porque ya no necesitan liquidez.Además, el traspaso de miles de millones de euros de activos y créditos inmobiliarios a la Sareb -el conocido como banco malo- provocará que tengan que darse de baja muchas cédulas, puesto que en las carteras que se titulizan algunos préstamos habrán pasado a la Sareb, y las entidades financiaras no podrán reemplazaras por préstamos de igual calidad, según explican fuentes del sector.A medida que avance el año, lo normal sería que la proliferación de la emisión de cédulas hipotecarias fuera remitiendo.