Los expertos exigen más reformas
Los expertos consideran que el 'Plan Draghi' solo ha frenado el deterioro de España, pero sin más cambios que bajen el déficit, la prima seguirá en la cota insoportable de 300 puntos.
Los mercados financieros han cambiado en los dos últimos meses la percepción negativa que tenían de España por una sensiblemente más optimista. Una combinación del drástico cambio de timón de Draghi en su política monetario-fiscal en verano, las apuestas comunitarias por la unión bancaria y las primeras reformas de Rajoy han modificado en parte las expectativas de los inversores sobre el futuro de España. Pero los analistas económicos advierten de que "el Plan Draghi solo ha servido en Europa para frenar el deterioro de países como España, pero en absoluto está la cuestión arreglada".
Además, alertan del giro en la retórica oficial, en la "gestión política de las expectativas", que ha pasado de decir explícitamente a los españoles la gravedad de la situación para exigir sacrificios a todo el país en 2012, a "una engañosa y peligrosa complacencia" en las últimas semanas, que puede trasladar y expandir la idea de que "ya estamos salvados, de que ya solo quedan cuestiones marginales por resolver".
Los expertos económicos estiman que los procesos electorales en Europa en 2013, el alemán por encima del resto, anestesiarán en parte la marcha de los acontecimientos, y seguramente retrasarán la petición de ayuda financiera por parte de España. Pero consideran, de forma unánime, que puede evitarse si en los primeros meses del año se aceleran las reformas que faltan, especialmente aquellas que tengan una incidencia muy directa en los ingresos y gastos públicos. En definitiva, España debe proseguir con el autorrescate para evitar que las recomendaciones comunitarias se conviertan en obligaciones.
El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona, Josep Oliver, asegura que "Alemania está aprovechando la crisis de la deuda para refundar el euro, y con el compromiso de unidad fiscal [por el que Zapatero y Rajoy cambiaron la Constitución para limitar la deuda pública] ha logrado que el BCE abra las compuertas e inunde de dinero la zona. Alemania hace más de lo que parece y ha salvado al euro, y ha evitado que España tenga que abandonarlo. El temor hasta el verano era que España volvía a la peseta tras la timidez reformista, la laxitud fiscal por los compromisos electorales encadenados, la quiebra de Bankia y el rescate bancario; por ello, se han ido 350.000 millones de euros, el 35% del PIB, que solo ahora está volviendo a cuentagotas".
Los expertos creen de forma general que el déficit fiscal de 2012 en España puede estar por debajo del 7%, a expensas de ajustes ulteriores. "Es un déficit aún excesivo y debe bajarse con recortes más severos en los gastos, porque los desajustes no se arreglan solo con impuestos, y menos en un país que tiene por diferentes motivos la menor presión fiscal colectiva de Europa", asegura Javier Díaz-Gimenez, profesor de Economía del IESE.
Alertan también los analistas consultados de que aunque el calendario electoral y político europeo puede relajar la presión, los mercados no tendrán mucha más paciencia, e incluso apuntan a que la percepción de relajación en algunos países con los ajustes "preocupa mucho al BCE". Por tanto, las miradas de los inversores estarán sobre todo en el ritmo de reducción del déficit en los primeros meses de 2013. El responsable de Economía de la CEOE y del Instituto de Estudios Económicos, José Luis Feito, asegura que "se han hecho cosas, es indudable; pero lo que se ha hecho y el programa Draghi da para llevar la prima de riesgo, en el mejor de los casos, a los 325 puntos básicos y el Ibex a los 9.000 puntos: para nada más". "Y esa prima de riesgo, que ha bajado menos incluso que en el resto de países periféricos, es inaceptable. Y como nadie hace reformas en la segunda mitad de la legislatura, el Gobierno tiene que apurar su programa en este semestre, mejor incluso en este trimestre", añade.
El profesor de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos Miguel Ángel García valora los esfuerzos por reducir el déficit: "Si estamos por debajo del 7% y se ha logrado bajar en dos puntos largos en recesión, hay que valorarlo, porque supone que estamos en el 5% de déficit estructural. Pero me parece excesivo el optimismo actual, el clima de euforia desatada: solo podemos agarrarnos al ligero superávit por cuenta corriente que se debe a un impulso serio de las exportaciones y la bajada de costes, porque el resto está cogido por alfileres; el problema está en 2013". A su juicio, y pese a la relajación fiscal permitida por Bruselas, "es muy complicado seguir bajando el déficit estructural para llevarlo al 2,5% si no se consolida la pérdida de una extra a los funcionarios o se vuelven a congelar las pensiones este año".
Los expertos estiman que hay que acelerar las reformas estructurales para bajar el gasto, y apuntan a aquellas que la propia Comisión Europea de forma explícita, y el BCE de forma soterrada, han apuntado. José Luis Feito cita "cambios en las pensiones, nuevas subidas del IVA más bajo de Europa, y en los tipos de los hidrocarburos, así como bajadas en las cotizaciones".
Javier Díaz-Giménez apunta a "arreglar de una vez la financiación autonómica, privatizar totalmente las cajas de ahorros, hacer sostenibles las pensiones, desvincular los costes salariales del Salario Mínimo y atajar los generosas y desincentivadoras prestaciones de desempleo". Asegura que sin estas medidas España no se financiará y no logrará un nivel de crecimiento suficiente como para converger con Europa.
Josep Oliver estima que "es apremiante la reforma de las pensiones". Argumenta que "cuando Zapatero fijo la edad de jubilación a los 67 años a partir de 2027 las condiciones eran otras. Ahora han cambiado, se han perdido 1 millón largo de cotizantes adicionales en los últimos quince meses, y las pensiones no son así sostenibles. Debe acelerarse la reforma para que la jubilación a los 67 años se aplique a lo sumo en tres o cuatro años, y debe cambiarse el cálculo de las pensiones, reforzando la contributividad".
Estima también que debe acelerarse el ajuste en el sector bancario, y debe aplicarse lo antes posible la directiva de servicios de la Unión Europea, aún no regulada. Considera que está bien encaminado el ajuste del déficit, aunque faltan cuestiones estructurales, y el inmobiliario, con una caída de precios muy acelerada en 2012, cuando se ha concentrado la mitad del desplome.
La silenciosa bomba de la deuda
Entre julio de 2011 y septiembre de 2012 han salido capitales netos de España por valor de 250.000 millones de euros (25% del PIB), una cantidad cercana a los 300.000 millones que tiene que refinanciar España cada año, contabilizando emisiones públicas y vencimientos bancarios. La salida de capitales ha sido frenada ya y por tres meses consecutivos han habido entradas, aunque limitadas, de dinero. En el caso de la segunda, durante el último año ha sido el riego de billetes puesto en marcha Mario Draghi en enero de 2012 quien se ha hecho cargo en parte, ya que la banca española capturó casi 450.000 millones de las inyecciones trianuales de liquidez. Las emisiones públicas se han atendido por parte del Tesoro con un cambio en el perfil de vencimientos llamativo. La doble circunstancia de que los tipos nominales cortos sean más baratos, y de que sean precisamente los plazos de hasta tres años los que adquiera el BCE en el secundario en caso de petición de ayuda por parte de España, ha provocado que se concentren las nuevas emisiones en plazos de hasta 3 años. Así, la "patada a seguir" deberá ser atendida de nuevo dentro de tres años. Miguel Ángel García advierte de ese riesgo, porque coincide con "el vencimiento de las masivas inyecciones del BCE".Josep Oliver llama la atención también sobre esta silenciosa bomba de la deuda, que se acerca peligrosamente al 100% del PIB, y que "ya no nos deja capacidad de maniobra, y condiciona el ajuste fiscal", aunque en 2013 podría aparecer el superávit primario en las cuentas.