La investigación en el ecosistema universitario
Alan Jenkins, profesor emérito de Oxford Brookes University, ha visitado la Universidad de Castilla-La Mancha para impartir un seminario sobre cómo la investigación universitaria y la docencia se relacionan. Su visita a España, en tiempos de cambio en el sistema universitario, es una buena oportunidad para comprender qué nuevas competencias debe potenciar la Universidad en sus graduados.
Le gusta citar a Humboldt, fundador de la Universidad de Berlín, que en 1810 ya apuntó que “las universidades deben tratar el aprendizaje como un proceso en el que los problemas no están ya resueltos y, por tanto, deben estar siempre en el camino de la investigación”.
Por eso, considera que lo que realmente diferencia a la universidad de los institutos es la investigación aplicada. “Probablemente, los profesores de colegios e institutos tienen el empleo más importante del mundo, pero en este punto su misión es diferente”. Jenkins explica que el profesor de instituto enseña el mundo y sus clases pueden ser más unidireccionales, pero este modelo no cabe en la universidad. “No podemos educar solo mediante clases magistrales. Necesitamos enseñar cómo se estructura el conocimiento, cómo es el proceso científico, cómo se crea el conocimiento, qué grado de incertidumbre hay en lo que enseñamos o cómo se verifica.” Por supuesto, tales ideas exigen un cambio radical en las formas y maneras en que se enseña en la Universidad. El profesor aboga por la participación activa de los estudiantes y la aplicación de la investigación en curso en la docencia, así como en la transformación de los criterios de calidad docente. “No se trata de exponer ideas a los estudiantes de grado, sino de que comprender cómo se desarrolla el pensamiento científico. Estoy convencido de que estas ideas favorecen la empleabilidad del graduado, su compromiso cívico y, también, su comportamiento ético”.
Que la investigación universitaria forme parte del ecosistema educativo no es una tarea sencilla. En primer lugar, recomienda la creación de una comunidad de intereses y prácticas donde todo el mundo conozca las reglas del juego. “Se trata de sumar a los alumnos a los proyectos, explicarles en qué consiste la universidad, cuál es la misión de la educación superior”. Estos cursos puente para alumnos recién ingresados en la Universidad pueden facilitar su inmersión en un entorno educativo que debería ser sustancialmente diferente a los institutos. En segundo lugar, hay que procurar que el alumno comprenda cómo avanza la ciencia en su área de conocimiento. “No todos serán académicos, pero también les servirá en su desempeño profesional. ¿Acaso la consultoría o el desarrollo de productos no es investigación aplicada?” apunta el profesor Jenkins. El tercer paso es más complejo: hay que reorganizar el sistema, a las personas y las funciones para cuaje la idea de comunidad de práctica. “Desde el primer año al cuarto, las técnicas y los avances en investigación tienen que estar presentes: no puede ser una idea aislada”. En el campo del periodismo y la comunicación, me sugiere algunas líneas de actuación: ¿cómo se produce el periodismo de investigación?, ¿cómo se verifica?, ¿cómo se comunica la ciencia? o ¿cómo se genera confianza en el lector? Estas preguntas van más allá de unas técnicas de redacción aisladas del proceso investigador.
Aparece en la conversación Wikipedia. Ninguna institución es ajena al plagio o al comportamiento inapropiado de profesores o alumnos. Este verano Harvard tuvo que dar investigar un aparente caso de plagio. Jenkins considera que es un buen instrumento para entender cómo se construye el conocimiento, cómo se argumenta o cómo se verifica la ciencia. Recuerda que algunas instituciones educativas ya utilizan Wikipedia para sus ejercicios de clase. “Se trata de utilizar esta fuente para comprender cómo escribir artículos científicos o cómo demostrar mediante la profusión de datos una idea”.
Finaliza nuestra agradable sesión con una reflexión sobre qué rol desempeñan los profesores en la educación universitaria. Nadie defiende ya la clase magistral, por lo que necesitamos nuevas habilidades y funciones. “También necesitamos que nos formen a los profesores para este nuevo entorno”. Le propongo la metáfora del sherpa, aquel que acompaña al montañero en su viaje. El estudiante tiene que descubrir y aprender, porque el profesor no puede hacerlo por él.
En síntesis, una jornada muy provechosa para quienes pensamos que la innovación educativa requiere esfuerzo y trabajo, pero también un cambio en la forma en que organizamos las universidades. Ojalá.
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