Draghi y don Tancredo
Las previsiones sobre la economía de la zona euro no invitan al optimismo. El autor reflexiona sobre cómo, a pesar de ello, el BCE y Berlín siguen sin tomar las medidas necesarias para reconducir la situación.
El pasado jueves el Banco Central Europeo (BCE) volvió a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento para la Eurozona para 2013, la media de la distribución es -0,3%, y esperan un crecimiento próximo al 1% en media para 2014. No obstante, mantienen el sesgo negativo advirtiendo que los riesgos sobreponderan claramente a la baja. El comunicado era bastante aséptico como era de esperar pero en la rueda de prensa saltaron las sorpresas. Los periodistas cada vez son más agresivos, especialmente los alemanes que comienzan a cuestionar la nacionalizada italiana del presidente y su imparcialidad con su país de origen. Draghi siente como pierde el control de las ruedas de prensa y se le ve muy molesto e incómodo con las preguntas.
Las preguntas de los periodistas fueron especialmente buenas y las respuestas no tienen desperdicio y nos permiten entender algunas cosas que suceden en el seno del Consejo y en las mentes de sus consejeros. Cómo te enseñan los psicólogos "cuando alguien habla sobre algún tema, está hablando de sí mismo". Le preguntaron: "¿han discutido sobre bajadas de tipos?" Respondió: "ha habido una gran discusión". Traducción, bajada de tipos en enero. "¿Han discutido poner la facilidad de tipos en negativo?" Respuesta: "ha habido discusión pero sin llegar a ninguna conclusión diferente". Hasta ahora lo negaban tajantemente, ahora es una posibilidad y el mercado ya empieza a cotizarlo.
La tasa de paro de la eurozona está en máximos históricos, especialmente el desempleo juvenil, y le preguntaron: "¿cuál es la responsabilidad del BCE?". Draghi se mostró ofendido, argumento que es el resultado de errores de los responsables de política económica antes de la crisis y repitió la letanía: "las reformas estructurales son necesarias para reactivar el crecimiento y el empleo".
Es increíble que las personas que tienen el control de la política monetaria hablen de los responsables de la política económica en tercera persona. La realidad es que en EE UU también se cometieron errores en la política económica y la tasa de paro ha bajado desde el 10% al 8% desde 2009. El problema es que el BCE sigue siendo una fábrica de excusas y no es que vaya por detrás de la curva, es que, como le sucedió a Raikonen en el último gran premio de F1 en Sao Paulo (Brasil), se han salido de la pista y han vuelto al circuito antiguo.
Recientemente Paul Krugman comentó que conocía a Draghi desde su época de MIT y confiaba en él al frente del BCE. La realidad es que se muestra como un reaganomic dominado por el lado de la oferta. Pero como dicen de él que es un gran táctico a lo mejor está guardando el gran economista que lleva dentro y gestionando sus tiempos. El problema para cualquier estratega es que lo peor que le puede pasar es que los tiempos le pasen por encima. Entonces cualquier decisión ya es ineficaz. En febrero se produjo un repunte de los índices de confianza y desde entonces no han parado de caer. El táctico Draghi destacó la subida de febrero, cayó durante seis meses y ahora vuelve a salir con que el Ifo ha repuntado en noviembre y volvemos a ver luz al final del túnel.
El problema es que la luz vuelve a ser otro tren que nos arrollará. El Bundesbank en Alemania también revisa a la baja sus previsiones para el crecimiento de la economía germana desde 1,6% a 0,4% en 2013. Su escenario es un bache transitorio y un nuevo repunte en primavera y fuerte crecimiento en 2014. Lo que no explica son los fundamentos para que suceda. Los datos de ventas minoristas de octubre son muy preocupantes. Sorprende positivamente la resistencia de los consumidores galos que son de los pocos países que han estado todo el año viendo crecer su gasto en consumo. Y el dato de Irlanda que tras un ajuste brutal de consumo privado desde 2008 parece que los irlandeses le empiezan a perder el miedo a la crisis y comienza a repuntar. El problema de Irlanda es la deuda de su sistema bancario y la conexión con la deuda soberana. Pero en el sector privado no burbuja, su producción industrial crece, su PMI es el único europeo por encima de 50 y su consumo empieza a repuntar.
Pero las sorpresas negativas vivieron de Alemania. Publicado por Eurostat y con datos homogéneos con otros países las ventas minoristas en Alemania cayeron un 3,8% anual. Es un dato muy errático y hay que esperar a conocer los datos de noviembre y diciembre pero es el quinto mes con tasa interanual negativa y crecían un 2,5% anual en mayo. Con una tasa de ahorro estructuralmente alta y con la patología japonesa de la fobia a endeudarse, en cuento el mercado de trabajo se ha parado y vuelve el temor a perder el empleo, los alemanes paran en seco su gasto y aumentan aún más su tasa de ahorro. Esto es un comportamiento lógico como nos enseñaron Friedman y Modigliani, los que es ilógico es que los responsables de la política fiscal en Berlín y monetaria en Frankfurt no pongan todas las luces rojas de alarma, reconozcan sus errores y aprueban urgentemente medidas de estímulo. Los datos desagregados de PIB de la eurozona del tercer trimestre de 2012 también son preocupantes. Las exportaciones fuera del área repuntaron con fuerza pero la demanda interna cayó a tasas del 2,5% anualizado. Es cierto que un tercio de la caída es por reducción de inventarios pero la inercia anticipa que la recesión irá a más.
Don Tancredo defendía que los toros tenían visión oblicua y sólo embestían por el movimiento. Para demostrarlo se sentaba en plaza mientras el torero hacía la faena. Draghi también está sentado en la plaza inmóvil con la diferencia que él es el torero en política monetaria. Y la torera Merkel también está inmóvil en política fiscal. No parece que vayan las cosas vayan a cambiar y el enfermo sólo puede empeorar.
José Carlos Díez. Economista jefe de Intermoney.