Cuando la red social pisa datos 'sensibles' de una compañía
El regulador de Estados Unidos investiga a Netflix por filtrar datos relevantes en Facebook. No es la primera vez que ocurre y ha abierto el debate sobre las normas de difusión de información. En España, cualquier hecho relevante debe pasar por la CNMV.
Es el "pan nuestro de cada día", reconocía recientemente una fuente cercana al regulador de mercado español. El caso es común, pero a la vez difícil de detectar: una empresa filtra en internet datos sensibles que afectan a la cotización bursátil, sin pasar previamente por el filtro de la CNMV, organismo que supervisa el normal funcionamiento de los mercados. Y es justo lo que ha ocurrido en Estados Unidos con Netflix, la que en su día fue la niña mimada de Wall Street y que hoy, lejos de los máximos históricos, se mantiene como una de las grandes apuestas del sector audiovisual en la red, amén de ser objeto de continuas especulaciones de compra.
El videoclub online, que puso contra las cuerdas al mismísimo Blockbuster, anunció la semana pasada que la SEC (Securities and Exchange Commission, el regulador del mercado de Estados Unidos) investiga al consejero delegado de la empresa, Reed Hastings, por una frase colgada en Facebook el pasado 3 de julio: "Viendo que los usuarios de Netflix han superado las mil millones de horas de vídeo al mes por primera vez en junio". Un dato en principio banal pero que resultó muy relevante para la cotización: ese mismo día, la acción subió más de un 6% en la Bolsa de Nueva York y, desde esa fecha, la compañía se ha revalorizado cerca de un 19% en Bolsa. El comentario ha provocado que las autoridades se replanteen la vigencia de unas leyes sobre difusión de información y que, consideran, podrían haberse quedado obsoletas.
Las empresas estadounidenses están obligadas a difundir datos a través de un formulario al regulador (llamado 8K, equivalente a un hecho relevante en España) o bien a través de un servicio de noticias "de amplia cobertura". La SEC considera que el consejero delegado de Netflix no siguió ninguna de estas sod vías y podría demandar al directivo por incumplir esas normas.
No es el primer caso en Estados Unidos. Según Bloomberg, Tesla Motors reveló a través de Twitter que su vehículo ele?ctrico había logrado cash flow positivo por primera vez y Google anunció en su blog que se habían activado 900.000 teléfonos móviles con Android.
En España la regualción no especifica sobre las redes sociales, pero sí se obliga a las empresas a difundir los hechos relevantes a través de la CNMV: según la Ley del Mercado de Valores, cualquier información que pueda afectar a la cotización de una empresa debe comunicarse al mercado a través del regulador. En caso de que el departamento de supervisión detecte alguna anomalía, el supervisor suspende la cotización de la empresa y reclama más información a la compañía en cuestión.
¿Y si el blog corporativo da las noticias?
El caso de Netflix ha puesto de manifiesto en EE UU la conveniencia o no de ofrecer noticas de una compañía a través del blog corporativo. Ya en 2006, Jonathan Schwartz, por aquel entonces primer ejecutivo de Sun Microsystems, aconsejaba usar los blogs para comunicarse directamente con los consumidores. "El blog permite hablar con voz propia, y en el largo plazo la gente lo va a reconocer", aconsejaba. Un año después, el directivo colgó los resultados de la compañía en su blog 10 minutos antes de que fueran públicos, lo que puso de relieve que la normativa que entonces exigía emitir una nota de prensa había quedado obsoleta. Hoy, con las redes sociales, vuelve a plantearse el dilema. "Creo que con 200.000 seguidores, la noticia es muy pública", se defendía el primer directivo de Netflix, Reed Hastings.