Caza al chiringuito financiero
Ya sea por el mayor empeño de los supervisores o por la proliferación de este tipo de negocios, en lo que llevamos de año, son ya más de 500 los avisos puestos por la CNMV advirtiendo de chiringuitos financieros.
Caza al chiringuito financiero. Este parece ser el lema de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y del resto de supervisores europeos. Y es que en lo que llevamos de año, se han cursado más de 500 advertencias al público sobre entidades no autorizadas para prestar servicios de inversión- de las cuales una treintena están domiciliadas en España- a través de la página web del organismo supervisor presidido por Elvira Rodríguez.
"Son unos pocos más que hace un año" explican desde la Comisión donde destacan como causa de este aumento la mayor coordinación entre los organismos supervisores, lo que tendrá un efecto sobre la actividad de dichas sociedades ya que al "haber más avisos es más desincentivador para este tipo de negocios fraudulentos", añaden.
Los expertos reconocen esta mayor intensidad en el trabajo de los supervisores internacionales. Victoria Torre, jefa de prodcto de Self Bank, cree que "con la Directiva sobre los Mercados de Instrumentos Financieros (MIFID) y los escándalos de los últimos tiempos la supervisión está empezando a ser más estricta y exhaustiva".
Pero hay otras razones como la búsqueda del dinero fácil por parte de los inversores que recurren a este tipo de compañías que en la mayoría de los casos usan la aparente prestación de tales servicios como tapadera para apropiarse del capital de sus víctimas, haciéndoles creer que están realizando una inversión de elevada rentabilidad.
"Hay una necesidad enorme del cliente inversor de agarrarse a un hierro ardiendo. Buscan altas rentabilidades y dejan de lado a la banca tradicional recurriendo a este tipo de entidades", explica Jorge Medina, director del Master en Banca Responsable del IEB_(Instituto de Estudios Bursátiles).
La proliferación de este tipo de negocios coincide además con que los banqueros gozan de poca popularidad, tal y como asegura Josep Soler, presidente de EFPA Europa (Asociación Europea de Planificación Financiera). "Los niveles de confianza en las entidades tradicionales están bajando. La gente busca alternativas de forma equivocada y se lanza a un peligro evidente al recurrir a otras entidades", argumenta el experto.
La clave, a su juicio, está en la formación del cliente. Soler considera que un inversor debe desconfiar de una rentabilidad que dobla o triplica la de un producto de similares características.
Preguntar a la CNMV antes de invertir
Evitar caer en las garras de alguno de estos chiringuitos es sencillo. Basta con comprobar que el intermediario figura en los registros de la CNMV como empresa de servicios de inversión, en el 'Rincón del inversor' en www.cnmv.es. No se trata de entidades más o menos solventes o con mayores o menores habilidades en la gestión financiera. Son estafadores. Por tanto, no están adheridos al Fondo de Garantía de Inversiones o de Depósitos y los inversores no están protegidos en caso de insolvencia. Los canales que utilizan para contactar con sus potenciales víctimas no son distintos de los de cualquier entidad legalmente autorizada (teléfono, cartas, mail o páginas web). La diferencia está en la manera en que usan esos canales, el tipo de mensajes que transmiten y la actitud que muestran para lograrlo.