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El grupo deberá reducir su peso en el banco

Caixabank hará nuevas compras y asume que La Caixa podrá perder la mayoría

El consejero delegado de Caixabank, Juan María Nin, ha mostrado una clara actitud compradora en el mapa futuro que se dibuja en el sistema financiero español y ha reconocido que el grupo deberá cumplir "más pronto que tarde" con la exigencia que impone Bruselas por la que las cajas deben renunciar al control de los bancos en los que participan.

Nin ha sido tajante en la presentación a analistas sobre cuál será el futuro papel que está dispuesto a jugar Caixabank en el proceso pendiente de reestructuración del sistema financiero español. Ha señalado que, hoy por hoy, no está sobre la mesa la compra ni de Novagalicia ni de Popular. "Estamos invirtiendo mucho esfuerzo en Cívica, estamos completamente centrados en ello". Pero a continuación ha explicado que de cara al futuro, a la pregunta de si la entidad realizará nuevas adquisiciones, la respuesta es "sí".

Ha argumentado que hay zonas geográficas en España donde la cuota de mercado de Caixabank está por debajo de su media y ha sido aún más explícito sobre la posición del banco al señalar que "el crecimiento es necesario. Orgánico y no orgánico, sobre todo cuando en España los volúmenes de negocio de la banca y los ingresos van a seguir bajo presión en los próximos años".

En definitiva, la fórmula será seguir ganando tamaño con el que compensar la escasa rentabilidad que promete la actividad bancaria tradicional en el medio plazo. Nin ha insistido, eso sí, en que cualquier adquisición deberá justificarse con una rigurosa reducción de costes que justifique la operación. "Las compras sí son atractivas para los accionistas si logras una buena integración", ha señalado.

El consejero delegado de Caixabank ha reconocido también que el Grupo La Caixa se adaptará a la nueva regulación que prepara el Gobierno y en la que deberá recogerse la exigencia que figura en el Memorando de Entendimiento de rescate a la banca española, por el que las cajas deberán renunciar al control de los bancos en los que participan. Nin ha señalado que esa regulación llegará "más pronto que tarde". "Lo cumpliremos, siempre somos estrictos con la regulación", ha añadido. La Caixa controla ahora el 61% del capital de Caixabank, un porcentaje que podría tener que reducir al menos por debajo del 50% si se aplica al pie de la letra la indicación que recoge Bruselas sobre el futuro papel de las cajas.

El nuevo texto que prepara el Gobierno apunta a que las cajas deberán renunciar a su implicación en el negocio bancario y, en última instancia, convertirse en fundaciones. En el sector aún están a la espera de conocer los detalles de esa normativa y de saber si quedará algún resquicio para que, al menos las cajas rentables que no hayan recibido ayudas públicas, puedan mantener su estatus.

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