Fitch prevé poco interés de los inversores privados en el banco malo
La agencia de calificación de riesgo Fitch ha hecho público un informe hoy en el que considera que Sareb, el banco malo que aglutinará la carga tóxica de la banca, llega tarde y cuenta con un modelo de valoración de sus activos demasiado complejo. Estos y otros aspectos hacen la sociedad poco interesante de cara a los inversores privados con lo que, según Fitch, la mayoría de inversores serán instituciones relacionadas con el Estado.
Pese a que el director general del FROB, Antonio Carrascosa, adelantó la pasada semana que este mismo lunes se conocerían los precios a los que se traspasarán al banco malo los activos tóxicos de la banca, la cifra sigue sin publicarse. Este es uno de los aspectos fundamentales para valorar los efectos y posibilidades de éxito de la sociedad de gestión de activos Sareb, recuerda hoy la agencia de calificación de riesgo Fitch.
Hasta que se conozca el dato -el Gobierno se ha dado hasta el 26 de noviembre para llegar a un acuerdo con la troika- Fitch ha elaborado una valoración provisional del esquema presentado. En su informe, publicado esta misma tarde, la agencia estima que Sareb llega tarde, frente a otros modelos europeos como el irlandés, y que su sistema de valoración puede estar basado en una clasificación demasiado compleja.
"Los esquemas de banco malo más exitosos y aquellos donde la valoración de activos ha demostrado ser suficientemente conservadora desde el inicio han sido por lo general aquellos que se han beneficiado de un buen momento, al entrar en el mercado al principio de la crisis, y/o donde una relativa estandarización de las clases de activos ha hecho la valoración menos compleja. Fitch no espera que Sareb pueda beneficiarse de ninguno de estos factores", relata el informe de la agencia de calificación crediticia.
Ventas, los dos primeros años
Pese a todo, Fitch estima que el banco malo será capaz de vender una parte de su stock "en sus dos primeros año" de vida. Básicamente los activos más atractivos que absorba. El resto, suelos y promociones sin desarrollar, fundamentalmente, tardarán varios años más y su comercialización dependerá en buena medida de la situación económica en la que se encuentre el país.
Estas condiciones hacen, remata el informe, que los "inversores en el sector privado sean escépticos a los beneficios de invertir" en la sociedad de gestión de activos. Desde su punto de vista, "aunque Sareb atraerá a algunos inversores privados", estos requerirán "descuentos significativos" en el precio de los activos.
La "mayoría" del capital privado, por tanto, que participe del banco malo provendrá de inversores institucionales relacionados con el Estado. Estos deberán soportar, al menos, el 50% del banco malo, pues la participación pública no puede superar el 49,9%.