Sube la presión para que la banca sana entre en el 'banco malo'
Primero fue Economía y el miércoles el Banco de España. Crece la presión del Gobierno para que las entidades sanas participen en la creación del banco malo. El último intento de convencer a Santander, BBVA, La Caixa, Sabadell, Unicaja y Kutxabank de las bonanzas de participar en el banco malo se produjo el miércoles en una reunión con el Banco de España.
No nos interesa participar en el banco malo ni con capital ni con activos inmobiliarios, pero creo que al final nos veremos obligados a ello". Esta es la opinión de un directivo de un gran banco. El Gobierno lleva meses intentado que la banca sana incluida en el grupo cero por la consultora Oliver Wyman -Santander, BBVA, La Caixa, Sabadell, Bankinter, Kutxabank y Unicaja- participen en el proyecto de banco malo.
El último intento se produjo el miércoles. El gobernador, Luis María Linde, junto al subgobernador, Fernando Restoy, y dos técnicos de la institución, reunieron a los máximos responsables de estas instituciones en el Banco de España para explicarles los avances del denominado Sareb, cuyo proyecto de real decreto se ha sometido a consulta al sector.
En este acto les expuso las posibles bonanzas de la nueva sociedad, que necesita mayoría de capital privado para que el Estado no tenga que apuntarse su aportación como deuda pública. Pero no se despejaron las grandes dudas del proyecto, que siguen en el aire. El precio al que se valorarán los activos inmobiliarios que se traspasarán a la sociedad como su valoración, es el principal escollo, pero no el único.
También quieren que se deje muy claro los activos que se van a transferir en un futuro, ya que se deja la puerta abierta a que se pueda integrar créditos al consumo, entre otros. Otro punto que parece que sí ha quedado despejado es que pese a que el banco malo nace con la aprobación de Bruselas para intentar sanear los balances de la banca más débil y nacionalizada, sobre todo, tras la segregación de sus activos tóxicos, su participación en él no les estigmatizará como firma con ayudas públicas.
Esta era otra de las peticiones de la banca sana que parece que sí ha quedado resuelta. Varias fuentes de las entidades que engrosan el grupo cero aseguran que, de momento, su decisión de participar en el banco malo es negativa. "Ni a través de capital ni a través de la aportación de la participación con activos", insisten.
El presidente de Kutxabank, Mario Fernández, ya explicó su posición ante una posible participación en el banco malo. El banquero considera que la presencia de inversores privados en el accionariado del banco malo es un "supuesto irrealizable" salvo que salga "a precios de derribo", opinión que mantiene. De momento, el director general del FROB, Antonio Carrascosa, aseguró ayer que la transferencia de activos inmobiliarios a Sareb se realizará con "descuentos muy significativos", cercanos al 50 %. También explicó ayer en Barcelona, donde intervino en un simposio en el salón inmobiliario Meeting Point, que la nueva sociedad empezará a operar en diciembre.
La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, también se pronunció sobre el banco malo en la presentación de resultados del banco. Aseguró que la entidad no prevé entrar en su capital ni traspasar activos, aunque matizó que es un asunto que se está analizando con el Banco de España.
Bankinter cuenta con una cantidad de activos adjudicados muy pequeña, 587,42 millones. Pese a todo considera que ahora "hay que apoyar" al banco malo. Fuentes de la gran banca coinciden en afirmar que no tienen intención de participar.
Es "muy difícil" atraer inversores privados
La idea del Gobierno de conseguir que la banca sana e inversores privados sumen hasta el 60% del capital de la nueva sociedad parece que se aleja cada vez más. El Ejecutivo necesita que como mínimo el banco malo cuente con un capital privado del 51%, lo que supondría una inversión para las firmas privadas de unos 4.500 millones de euros si la sociedad alcanza un tope de 90.000 millones en activos. El máximo sería de 5.400 millones. Ambas cifras son consideradas por la banca como muy elevada.El capital de Sareb corresponde al 10% de los activos tóxicos aportados. El Gobierno confía en que el banco malo atraerá a inversores privados, pero el sector considera "muy difícil" que esto se consiga si no se clarifica "cuanto antes" el precio al que se transferirán los activos inmobiliarios tóxicos. A mediados de noviembre se aprobará la creación del banco malo, pero el Banco de España podría adelantar esta fecha y desvelar en los próximos días el precio de transferencia imprescindible para que la sociedad comience a operar. Expertos del sector advierten de que en el borrador del decreto elevado a consulta pública por Economía ni siquiera queda claro si el cálculo del valor de transmisión se hará de forma específica para cada entidad o única por tipo de activo.El presidente del FROB, Antonio Carrascosa, aseguró ayer que el objetivo de la nueva sociedad "es ir reduciendo progresivamente el endeudamiento de esta sociedad". Cree que sería "una buena señal", una muestra de reactivación del mercado, que esta cartera de activos se liquidara antes del periodo inicialmente establecido. La vida del banco malo será de unos 15 años, aunque se espera que los beneficios lleguen a los 10 años.