Paréntesis veraniego
Alzas generalizadas en las principales categorías
El pasado mes de agosto resultó ser un plácido mes de verano que fue testigo de subidas en todos los activos de riesgo y en clave nacional, de una importante bajada de las primas de riesgo y fuerte rebote de las acciones. Los fondos de inversión lógicamente recogieron dicha bonanza con alzas generalizadas en la gran mayoría de ellos y con algunas categorías disfrutando de su mejor rentabilidad media en mucho tiempo, destacando la Bolsa española.
Ello no fue suficiente para que se registraran entradas netas de dinero en el deprimido mercado de los fondos domiciliados en España. Según Inverco, los inversores en términos netos reembolsaron 406 millones de euros. Por el contrario, el patrimonio gestionado habría aumentado en 1.426 millones de euros, hasta los 123.139 millones, uno de los mejores datos en años gracias a la revalorización de las carteras.
Este verano conocíamos también los datos referentes a la evolución del patrimonio de los fondos internacionales comercializados en España en el segundo trimestre del año. Siguen poniendo de relieve la diferencia entre este segmento de mercado y el nacional a favor de los primeros. Efectivamente, los internacionales, tras haber disfrutado de suscripciones netas en el primer trimestre del año, también lo habrían conseguido en el segundo.
La cifra de entradas netas de dinero en fondos internacionales en España habría superado los 1.300 millones de euros para la muestra (alrededor de un 60% del total) que maneja Inverco. El patrimonio total en fondos internacionales en España probablemente alcance ya los 50.000 millones de euros.
En términos de rendimientos, la renta variable española dio alegrías después de tantas caídas. Este tipo de movimientos de un extremo a otro en realidad son frecuentes en los mercados financieros, por lo que cuando un activo está sufriendo un castigo muy fuerte no es infrecuente que en algún momento experimente una reacción en el sentido contrario. Así, los fondos de renta variable nacional coparon la clasificación de rentabilidades con una plusvalía media del 8,3%. Aun así, en el año la categoría de Bolsa española, con una minusvalía del 7,3%, se sitúa todavía como la peor de todas, acorde al sistema de clasificación de Lipper. Casi en los mismos guarismos en el acumulado de los ocho primeros meses están los de Bolsa del sector oro, al registrar una pérdida media del 7,1%. No obstante, como los fondos de Bolsa española, han disfrutado de un excelente verano y en agosto se apuntaron un 4,87% de rentabilidad media.
El conjunto de todos los fondos de renta variable disponibles en el mercado español registraron una rentabilidad media bastante más modesta del 0,4%. Una buena parte de ello tiene su razón en la apreciación del euro, en especial contra el dólar, lo que impactó negativamente muchos de los fondos de Bolsa internacional. Así, fueron numerosas las categorías de fondos que experimentaron pérdidas en euros en agosto. Entre las más destacadas se encontraron las diferentes categorías de emergentes. Los fondos de Bolsa china en particular tuvieron un pobre desempeño, con una minusvalía media del 4,39%. La renta variable japonesa también sufrió pérdidas apreciables de casi un 3%.
Por el lado de la renta fija, el conjunto de todos los fondos registrados se apuntaron una ligerísima pérdida media del 0,04%. De nuevo, la depreciación del dólar con respecto al euro estuvo detrás del mal desempeño de un buen número de categorías de deuda internacional. Los ganadores del mes fueron, como pudiera esperarse, los fondos de crédito euro de mayor riesgo y los convertibles europeos. Así, los fondos de deuda high yield europea se situaron en lo más alto con una rentabilidad media ligeramente por encima del 2%.
Los fondos de renta fija en euros también tuvieron un buen mes gracias al buen comportamiento de los mercados de bonos de un buen número de países del área euro, al calor de la relajación de las tensiones en el mercado de deuda. Entre los peores del mes lógicamente nos encontramos con los fondos de deuda en divisas como el dólar, con minusvalías medias alrededor del 2%.