El Gobierno alemán sale en defensa del BCE
El nuevo plan de compras de bonos del Banco Central Europeo está dentro de su mandato de política monetaria y la reacción negativa que causó en algunos medios alemanes no se justifica, según señaló este viernes el ministro de Finanzas del país.
Un día después de que el presidente del BCE, Mario Draghi, anunciara un nuevo programa de compras de bonos, potencialmente ilimitado, los periódicos conservadores alemanes lo acusaron de dar "un cheque en blanco" a los estados de la eurozona en problemas, lo que podría poner en riesgo a la moneda común.
Pero Wolfgang Schäuble, que participaba en un seminario sobre temas laborales en la capital sueca, dijo que estos temores eran infundados.
"Es política monetaria, no el comienzo de la financiación monetaria de la deuda soberana. Eso no sería aceptable, pero no lo es, no lo es", aseguró en una rueda de prensa tras el seminario.
"Es una exageración, la reacción de los medios alemanes, es un malentendido. Les daré un ejemplo. Por supuesto que el BCE no anunció ninguna cantidad. Si anunciaran alguna cantidad, cualquiera que fuera, invitarían a la especulación en su contra", dijo.
"El banco central se aferra a su mandato para la política monetaria", añadió.
El presidente del BCE reveló el plan el jueves, que busca rebajar el coste de financiación de estados de la eurozona como España e Italia por medio de la compras de sus títulos públicos.
Schäuble se abstuvo de comentar la oposición del Bundesbank al programa, cuyo presidente fue la única voz de disenso en la decisión.
Críticas en los medios
Entre las críticas al plan del BCE, los medios conservadores alemanes acusaron a la entidad de dar "un cheque en blanco" a los países con problemas mientras que algunos parlamentarios oficialistas amenazaron con tomar medidas legales para detener esas compras.
La canciller Angela Merkel ha dado su respaldo tácito a los planes, al decir que el programa compra tiempo para estados vulnerables como España e Italia para que pongan en marcha duras reformas.
Pero las quejas de una minoría escéptica del euro dentro de su propio grupo de parlamentarios de centroderecha, y de influyentes medios conservadores, subrayaron los riesgos políticos a los que se enfrenta la mandataria mientras empeora la crisis del euro antes de las elecciones generales, dentro de un año.
"Cheque en blanco para los estados endeudados", titulaba Bild, muy crítica con los rescates de Grecia y otros países de la eurozona en problemas, añadiendo que la medida del BCE podría dejar kaputt (roto, en alemán) al euro.
"Draghi activa la alarma de Alemania", era un título del diario conservador Die Welt.
Un sondeo de opinión del jueves mostró que casi uno de cada dos alemanes tenía una confianza escasa o nula en Draghi, italiano.
Muchos conservadores alemanes comparten la preocupación de Jens Weidmann, responsable del Bundesbank, de que los planes de compra de bonos violan el tabú de financiación de déficits, restan presión para que los gobiernos apliquen reformas y eventualmente producen inflación.
Varios parlamentarios prometieron tomar medidas legales para bloquear los planes.
"Deberíamos considerar hacer averiguaciones legales para determinar si el BCE se excedió enormemente en su mandato. Estoy convencido de que es el caso", dijo a la radio alemana Klaus-Peter Willsch, uno de los líderes de los "euroescépticos" democristianos de la CDU de Merkel.
"Como la mayor nación acreedora, Alemania debería tener derecho a veto" en el BCE, añadió.