Tecnología que exprime la energía verde
Green Power, proveedora líder en equipos de electrónica de potencia para las energías renovables, refuerza su capital para crecer en Latinoamérica y Estados Unidos.
Green Power Technologies (GPtech) nació en la Universidad de Sevilla por iniciativa de dos profesores expertos en ingeniería electrónica y hoy, diez años después, está considerada una pyme de referencia como auxiliar de la industria de las energías renovables. Sus clientes son las grandes empresas y el papel de la firma tecnológica es crucial en las plantas eólicas o solares: fabrica con patente propia los equipos que permiten convertir en electricidad la energía de estas fuentes naturales y sacar de ellas el máximo rendimiento. Es la llamada electrónica de potencia o tecnología de conversión de energía.
Que estos sofisticados equipos sean capaces de aprovechar solo el 60% de estas energías renovables o que consigan llevar a la red eléctrica el cien por cien depende de los desarrollos tecnológicos de firmas como la sevillana, que se ha distinguido del resto en este campo gracias a una potente política de inversión en I+D+i mantenida desde su fundación. Gracias a sus logros tecnológicos, las plantas renovables pueden recuperar su inversión más rápidamente, una ventaja competitiva clave en este momento de crisis, explica Juan Manuel Carrasco, presidente de la compañía, además de accionista y uno de los fundadores de la misma junto a Eduardo Galván.
GPtech trabaja principalmente para los sectores eólico y solar, pero investiga otras fuentes de energías limpias con futuro, como las olas del mar o los coches eléctricos. Sus principales clientes son gigantes de la talla de Acciona, Isolux, Gestamp, Elecnor, Solarpack, AES Solar, Abengoa, Endesa, Gamesa, ACS o GES, compañías de cuya mano han dado el salto a Latinoamérica y Estados Unidos, dos grandes mercados en los que esperan seguir creciendo en el futuro una vez que cierren la reordenación de capital que hay en marcha.
La empresa mantiene el 79% del capital en manos de cuatro socios provenientes del profesorado de la Universidad de Sevilla, mientras que el otro 21% de las acciones pertenece al fondo de capital riesgo Jeremie de la empresa Invercaria, controlada por la Junta de Andalucía. Esta presencia pública, que aporta estabilidad al capital, es la que podría ser sustituida ahora por inversores privados con la idea de relanzar la actividad a nivel internacional. De los 33 millones que facturará este año pretende pasar a unas ventas de más de 70 millones de euros en el ejercicio 2016, el 85% de las cuales espera que provengan de fuera de España. Lamentablemente, Carrasco no espera una recuperación relevante en nuestro país para antes de esa fecha. Para lograr este salto de dimensión diseñado en su plan estratégico, el grupo quiere reforzar su accionariado y sus recursos propios con nuevos socios del sector privado con los que se negocia en estos momentos.
El músculo financiero, añade el directivo, es especialmente importante para acceder al mercado americano, donde no es posible lograr grandes contratos sin estos recursos previos. Otra baza a su favor en esta plaza es que la fabricación de los equipos de GPtech puede subcontratarse en cualquier parte del mundo, una flexibilidad que ayuda en determinados concursos.
La necesidad de buscar nuevos mercados quedó patente en 2009, cuando se paralizó en España el sector de la energía fotovoltaica, la principal línea de negocio de GPtech. Las ventas se estancaron entonces en 28 millones de euros tras la brusca reducción de la actividad europea, y no han vuelto a crecer hasta finales de 2011, cuando llegaron los primeros contratos para EE UU, China y Latinoamérica. Gracias a estas nuevas apuestas, la firma es ahora el primer proveedor del sector fotovoltaico en Suramérica, con suministros en plantas de Perú, Argentina, Brasil y Chile. También logró un proyecto en Puerto Rico, donde se negocian dos nuevos contratos en estos momentos.
En sus dos principales líneas de negocio, energía eólica y solar fotovoltaica, las prioridades tecnológicas de la compañía se centran en seguir mejorando la eficiencia y la integración en redes cada vez más inteligentes que aprovechen al máximo el potencial de las renovables. En este ámbito, destacan los proyectos de I+D denominados Smart Grids y Smarts Cities, desarrollados por la empresa sevillana con ayudas del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) y de los fondos Feder.
Las otras dos líneas de negocio, de menor peso en las cifras del grupo, tienen que ver con el sector del transporte y con los conversores de potencia para instalaciones de media tensión, que buscan una mayor estabilidad del suministro eléctrico. En cuanto a la electrónica de potencia aplicada al transporte, GPtech participa, también con respaldo del CDTI y de los fondos Feder, en varios proyectos de investigación relacionados con aspectos como la mejora en la recarga de los vehículos eléctricos o la reutilización de la energía de frenada del transporte ferroviario.
Datos básicos
PlantillaGPtech cuenta con 130 empleados, el 60% de los cuales son titulados universitarios, principalmente ingenieros. La fabricación de equipos no ocupa personal propio y está subcontratada en empresas de Sevilla, Galicia, Portugal y China. De esta forma, pueden producir con sus patentes en cualquier lugar del mundo si así lo exige un contrato. La sede central está en Bollullos de la Mitación (Sevilla), donde disponen de talleres para fabricar los prototipos.Red comercialAdemás de su sede central de Sevilla, la firma dispone de oficinas comerciales en Madrid, Bruselas, Milán, Miami y Beijing. Los nuevos mercados han desencadenado la decisión de abrir delegaciones en California, Perú y Chile.ExportacionesEl grupo tiene unas cinco empresas principales, aunque en los últimos años ha diversificado el riesgo en clientes y mercados. Tras dos años en los que cayeron las ventas, en 2012 han regresado al crecimiento y facturarán 33 millones de euros.
Una pyme muy activa en innovación y desarrollo
GPtech destina a investigación y desarrollo el 10% de su facturación anual, unos tres millones de euros este año, una apuesta de la que depende el éxito y el crecimiento de la empresa desde su origen universitario. En sus diez años de historia ha prestado su talento y el de sus ingenieros a una docena de programas pilotados por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).Los proyectos se han centrado en avances relacionados con las energías renovables, su aprovechamiento y su gestión, aunque también participa en iniciativas para otros sectores estratégicos de la economía española, como el aeronáutico. Su esfuerzo en este terreno le valió ser considerada en 2010 la pyme de base tecnológica que más participó en los proyectos del CDTI.A raíz de este reconocimiento, el Ministerio de Economía la incluyó en la llamada Alianza por la Investigación y la Innovación Energéticas (Alinne), el gran pacto nacional público-privado impulsado para reforzar el liderazgo internacional de España en energía.En esta alianza participan las ocho empresas españolas más grandes del sector energético (Abengoa, Acciona, Iberdrola, Endesa, Gamesa, REE, Repsol y ACS) y dos pymes, una de las cuales es la empresa sevillana.