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El macroajuste del PP

Rajoy pide otra vez ayuda a las tabaqueras para cuadrar las cuentas

El Gobierno vuelve a estrujar al tabaco, pero esta vez toca los impuestos para atacar al contrabando. Intenta parar la sangría de tasas que pierde por el comercio ilegal.

Rajoy pide otra vez ayuda a las tabaqueras para cuadrar las cuentas
Rajoy pide otra vez ayuda a las tabaqueras para cuadrar las cuentas

Mariano Rajoy también incluye al tabaco en el amplio paquete de medidas anunciado para reducir el déficit. El Ejecutivo ha introducido profundos cambios en la fiscalidad tabaco, y lo justifica de dos formas: la industria tabacalera y sus clientes "deben contribuir a la mejora de los ingresos tributarios", al tiempo que la subida de impuestos "pone de manifiesto su papel como instrumento al servicio de la política sanitaria".

Por ello, y por primera vez, se introduce un tipo mínimo para los cigarros y cigarritos, una tasa que hasta ahora solo soportaban los cigarrillos. Hacienda asegura que ha detectado la existencia en el mercado de cigarritos de bajo precio, con características análogas a las de otras labores del tabaco.

Por tanto "habida cuenta de esta reciente evolución del mercado en España, de las distorsiones que pueden crearse en los hábitos de consumo sobre la base de la fiscalidad más reducida que estos productos soportan, resulta necesaria la implantación de este impuesto mínimo, que queda fijado en 32 euros por 1.000 unidades"

En paralelo, para el caso de los cigarrillos, el Gobierno asegura haber considerado conveniente el incremento de su fiscalidad mínima, fijando el tipo único en 119,1 euros por cada 1.000 cigarrillos, hasta ahora este impuesto estaba en 116,9 euros por cada 1.000 unidades. En este caso argumenta que "la exigua eficacia del tipo mínimo hasta ahora vigente, aconsejan la elevación del tipo único aplicable a los cigarrillos que se comercialicen por debajo de un precio determinado, para evitar la proliferación de tabaco barato en consonancia con los objetivos de la política sanitaria".

Además, en el caso de los cigarrillos, los redactores del Decreto Ley explican que se ha considerado "oportuno reducir el tipo impositivo proporcional a ellos, el tramo ad valorem del impuesto, aplicable de forma equivalente al incremento en el tipo de gravamen del Impuesto sobre el Valor Añadido.

Según el Decreto Ley publicado el sábado en el BOE, "esta medida, prevista en la directiva comunitaria armonizadora de la fiscalidad sobre las labores del tabaco, garantiza que las decisiones en relación con los tipos impositivos en el Impuesto sobre el Valor Añadido no generen distorsiones en el nivel de tributación global de los cigarrillos".

Finalmente, y por lo que se refiere a la picadura de liar, se eleva el impuesto mínimo de esta labor, que queda fijado en 80 euros por kilogramo, ahora era de 75 euros por kilo, "no solo para mantener los niveles mínimos aplicados a la picadura fina de tabaco para liar en relación con los de los cigarrillos, sino también para coadyuvar al objetivo de proporcionar fondos que financien los gastos sanitarios y asegurar los niveles deseables de tributación de aquellas labores del tabaco cuyos precios de venta al público se encuentran todavía por debajo de los umbrales aconsejables desde una perspectiva sanitaria".

Este será el segundo cambio fiscal sobre el tabaco aprobado este año por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, que a finales de marzo ya modificó la estructura de los impuestos que gravan los cigarrillos bajando el tramo ad valorem y elevando el tipo específico, mientras que el impuesto mínimo se mantuvo, un cambio que elevó la presión fiscal y forzó a la industria a subir precios.

"Parece que el Gobierno ya da por hecho y asume que el negocio tabacalero en España ha llegado a un punto insoportable de agotamiento fiscal y se intenta buscar dinero de una forma más razonable y no abonando el terreno a los contrabandistas". Son palabras de un experto analista del sector consultado por CincoDías, que asegura que la decisión de ajustar a la baja el ad valorem en la misma proporción que subirá el IVA permite que las empresas tabacaleras no se vean abocadas a tener que subir precios para mantener márgenes. "En Hacienda parecen haberse dado cuenta ahora, a pesar de los reiterados avisos de la industria desde hace muchos meses, de que la subida de Elena Salgado en diciembre de 2011 y la de Montoro en marzo de este año no han hecho nada más que hacer perder recaudación a la arcas públicas en la misma proporción que se hacía subir la del crimen organizado con el contrabando. "Rajoy lo que intenta ahora es contener la sangría y que sea solo Hacienda la que se beneficie de una subida de tasas. Llega tarde, pero al fin llega".

En cualquier caso, también hay un pero. "La creación de un impuesto nuevo para cigarros y cigarritos y la subida que se produce en el impuesto mínimo del tabaco de liar tendrá que comprobar su pretendida eficacia en el mercado.

El tabaco de liar hasta ahora soportaba impuestos mucho más bajos que los cigarrillos normales y los consumidores que optaban por fumar barato cambiaron a este sistema. "Es decir, la picadura estaba actuando de dique para evitar que ese consumo se trasladase definitivamente al contrabando. El Gobierno, no entendemos por que, parece querer comprobar la fortaleza de ese dique en un momento en el que necesita hasta el último céntimo en impuestos", aseguran las fuentes citadas.

En todo caso la industria analizará esta semana la subida impositiva y evaluará si sube precios ya o espera a que, en septiembre, el alza del IVA no la deje más remedio que ajustar tarifas.

Las cifras

 

32 euros por cada 1.000 unidades es el nuevo impuesto que ha creado Hacienda para el mercado de los cigarros y cigarritos.

3,8 euros, también por cada 1.000 cigarrillos, eleva el impuesto mínimo a las marcas.

5 euros por kilogramo eleva la fiscalidad de la picadura.

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