Aún es pronto para dudar de Apple
Los miedos a una desaceleración del mercado de telefonía inteligente y problemas con un proveedor hicieron correr a los inversores de Apple en abril, cuando las acciones de la compañía cayeron más de un 10%. Pero el fabricante del iPad rompió de nuevo todas las previsiones, doblando el beneficio en el último trimestre. China, los márgenes crecientes y su particular aureola le siguen fortaleciendo.
Dos aspectos condujeron a la reciente venta de acciones. El primero, que el proveedor Qualcomm advirtió de que había tenido problemas fabricando sus últimos chips en un número suficiente. Segundo, las ventas de iPhone a través de Verizon y AT&T fueron inferiores a las previstas. Eso dejó la idea de que el mercado norteamericano de smartphones poco a poco va madurando, lo que obligaría a los operadores a recortar las subvenciones en los terminales.
El pánico que recortó cerca de 80.000 millones de dólares del valor de mercado de Apple, antes de una recuperación del 7% al cierre del mercado el martes, parecía exagerado desde el principio. Los chips de Qualcomm no se utilizan aún y en cuanto a los smartphones, quizá sea muy pronto como para preocuparse de las subvenciones. Un operador que no pueda ofrecer un precio competitivo de un iPhone decepcionará a los usuarios.
Lo más importante es que los resultados de Apple muestran que su línea de crecimiento apenas ha cambiado. La demanda está disparándose en China, donde las ventas del iPhone se multiplicaron por cinco. Y los usuarios de iPhone e iPad se están convirtiendo en usuarios de Mac. Las ventas de ordenadores crecieron un 7%. El margen bruto está creciendo, indicativo de su asombroso poder para fijar precios. El resultado: la empresa generó 14.000 millones de dólares de efectivo en el trimestre, casi tanto como lo que ha prometido devolver a los accionistas para este año. Tim Cook parece haberse asentado en la habitual prudencia de Apple, diciendo que el trimestre pasado fue extraordinario pero que el actual podría ser peor. Los tiempos difíciles llegarán con el tiempo, pero nada hace indicar que sucederá a corto plazo. Con las acciones cotizando a 13,5 veces los ingresos estimados, los inversores pueden mantener la fe.
Por Robert Cyran