_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pocos diamantes para las mineras

El negocio del diamante es demasiado pequeño para las grandes mineras del mundo. Pese a las sólidas bases de la industria, Río Tinto y BHP Billiton están buscando la salida, una oportunidad para las empresas especializadas y las firmas de capital privado.

El negocio de diamantes de BHP, establecido en el norte de Canadá, ha estado bloqueado desde noviembre. La minera más grande del mundo ha vendido el proyecto Chidliak y busca comprador para su 80% de participación en la mina de Ekati. Río posee la cercana mina de Diavik, más otras en Australia y Canadá, y está desarrollando un proyecto en India. Ahora también está considerando una venta. Los dos gigantes mineros están deshaciéndose de los diamantes porque prefieren centrarse en las grandes minas que pueden producir acero y otros metales más baratos en grandes cantidades. Las piedras preciosas son una distracción. La unidad de Río Tinto tuvo un ebitda de 180 millones de dólares en 2011, dentro de un total del grupo de 28.500 millones. Y un margen del 25% del ebitda parece escaso comparado con el 70% del acero.

Pero los diamantes no han caído del todo en desgracia. Anglo American, más pequeña que BHP y Río, está gastando 5.100 millones para reforzar su control sobre De Beers, el mayor productor del mundo. El suministro de piedras preciosas es escaso: Ekati y Diavik fueron los últimos hallazgos importantes, en la década de los noventa. Y la demanda está en auge: Anglo prevé un fuerte crecimiento del 7% anual, mientras De Beers convence a los mercados más emergentes de que las pedidas de matrimonio deben estar incrustadas de diamantes.

Pero el dominio global de De Beers le hace un improbable comprador, por lo que los jugadores más pequeños pueden aprovechar su oportunidad. Harry Winston Corp y KKR han estado relacionados con la mina de Ekati. Los compradores suelen ser cautas con las materias primas. Pero un comerciante de diamante con su propia fuente de suministro podría ordenar una alta valoración de la industria cuando llegue la hora de vender.

Archivado En

_
_